Señalan además a una colusión entre el Ejército congoleño y el grupo armado FDLR
MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
Expertos de Naciones Unidas han apuntado a la existencia de "pruebas sustanciales" sobre una "intervención directa" del Ejército de Ruanda en el este de República Democrática del Congo (RDC), incluido el apoyo de Kigali al grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), algo denunciado en numerosas ocasiones por Kinshasa.
El informe, obtenido por la emisora Radio France Internationale, recoge que el Ejército ruandés ha entregado "armas, municiones y uniformes" al M23 en el marco de las operaciones militares en el este del país y resalta que estas entregas tuvieron lugar al menos "entre noviembre de 2021 y octubre de 2022".
Así, los expertos han presentado fotografías y vídeos de combatientes del M23 que portan ropa y equipamiento militar nuevo, mientras que imágenes captadas con drones muestran el tránsito de artillería, municiones y nuevos reclutas en puntos controlados por el M23 en las fronteras con Ruanda y Uganda.
En este sentido, el informe especifica la ubicación en manos del grupo rebelde de lanzagranadas chinos, "conocidos por ser utilizados por las Fuerzas de Defensa ruandesas" y manifiesta que este tipo de material "no forma parte del arsenal conocido" de las Fuerzas Armadas congoleñas.
Por otra parte, apuntan también a la responsabilidad de Uganda en el repunte de los combates y afirman que Kampala ha permitido el paso de rebeldes a través de su frontera con RDC. Así, los miembros del grupo armado habrían pasado "sin trabas" a través de la frontera para tomar en junio la ciudad de bunagana.
Los expertos de la ONU apuntan además a una colusión entre el Ejército congoleño y varios grupos armados, incluidas las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) y los mai-mai, para combatir al M23, incluida la propuesta de grupos armados de "movilizar a 600 combatientes" para reforzar las filas de las Fuerzas Armadas.
El informe da continuidad a uno publicado a principios de agosto que ya adelantaba que Kigali "había dado refuerzos de tropas al M23 para operaciones específicas", concretamente para "la toma de localidades y zonas estratégicas".
Ruanda ha acusado en numerosas ocasiones a RDC de apoyar a las FDLR --un grupo armado rebelde fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en Ruanda-- y el miércoles el Gobierno ruandés afirmó que las acusaciones contra Kigali por su apoyo al M23 "son un error" que "distrae de la verdadera causa del continuado conflicto".
"La integridad territorial de Ruanda ha sido violada de forma consistente durante los últimos años por parte del Ejército de RDC y las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), incluido un brutal ataque en octubre de 2019 en Kinigi, una zona turística en el norte de Ruanda, en el que murieron catorce aldeanos inocentes", denunció.
"Culpar a Ruanda refleja una falta de voluntad de parte de la comunidad internacional a la hora de abordar las causas subyacentes del conflicto en el este de RDC y pedir una verdadera rendición de cuentas a los actores estatales y no estatales responsables de este legado de fracaso", remachó.
El M23 ha sido acusado desde noviembre de 2021 de llevar a cabo ataques contra posiciones del Ejército en Kivu Norte, a pesar de las autoridades congoleñas y el M23 firmaron en diciembre de 2013 un acuerdo de paz tras los combates registrados desde 2012 con el Ejército, que contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas. Expertos de la ONU acusaron a Uganda y a Ruanda de apoyar a los rebeldes, si bien ambos países lo negaron.