MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández (2014-2022) ha pedido aplazar al menos siete semanas más el inicio de su juicio por narcotráfico previsto para el 5 de febrero en Estados Unidos para poder evaluar mejor las acusaciones presentadas por la Fiscalía, en lo que sería una nueva prórroga.
Hernández ha solicitado por carta el juez Kevin Castel además que le asigne un abogado de oficio que colabore y asista al que tiene contratado, Raymond Colón, pues ha asegurado que no dispone de los recursos necesarios para contratar a otros más, según recoge el diario hondureño 'La Prensa'.
"Desde el comienzo de este caso no he tenido suficiente dinero para pagar una defensa legal suficiente para este juicio (....) Personalmente no he podido revisar la mayor parte del material (...) mientras estuve encarcelado", ha argumentado.
A su vez, ha señalado que su abogado tampoco ha tenido tiempo de revisar gran parte de ese material debido a que enfermó por coronavirus y a "otros requisitos de su tiempo", así como por el envío tardío por parte del Gobierno de "gran cantidad" de documentos "después de la fecha límite acordada".
Hernández también ha asegurado que no tiene dinero para más abogados. "Los ahorros de toda mi vida fueron congelados como resultado de este proceso, aunque incluso con ellos hubiera sido difícil cubrir el costo de mi defensa", ha lamentado, solicitando así un nuevo letrado y un aplazamiento de siete semanas.
El 15 de febrero de 2022, solo dos semanas después de dejar el cargo, Hernández fue detenido en una mediática operación en su casa, de la que salió ataviado con un chaleco antibalas y encadenado de pies y manos. Un mes después se aprobó su extradición a Estados Unidos para ser juzgado de tres cargos por narcotráfico.
A Hernández se le acusa de haber estado relacionado con, entre otros, el capo mexicano de la droga Joaquín 'El Chapo' Guzmán, y el narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez, quien habría financiado su campaña presidencial de 2013 a cambio de protección y evitar una posible extradición.
Antonio Hernández, su hermano, ya fue condenado por un tribunal federal en Nueva York a cadena perpetua y a pagar 138 millones de dólares (125 millones de euros), después de ser declarado culpable en octubre de 2019 por narcotráfico, posesión de armas y falso testimonio.