El expresidente Kuczynski aboga por crear una comisión de la verdad para abordar las muertes de manifestantes en Perú

Archivo - El expresidente de Perú Pedro Pablo Kuczynski
Archivo - El expresidente de Perú Pedro Pablo Kuczynski - Europa Press/Contacto/Carlos Garcia Granthon
Publicado: martes, 3 octubre 2023 19:14


MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -

El expresidente de Perú Pedro Pablo Kuczynski ha asegurado que el país necesita una comisión de la verdad para abordar y dilucidar la muerte de cerca de 60 civiles durante las manifestaciones en contra del Gobierno de la presidenta Dina Boluarte.

Según Kuczynski, es necesario que las autoridades den "una dosis de realismo político" y aclaren a la población lo ocurrido en diciembre del año pasado y por qué hubo decenas de muertos "cuando unos furibundos atacaron los aeropuertos de Ayacucho y Juliaca".

"Necesitamos una comisión de la verdad sobre esto. Mientras no se resuelva ese tema político, vamos a estar irreconciliables entre nosotros", ha manifestado el exmandatario peruano en declaraciones a la emisora RPP.

Por otro lado, Kuczynski ha abordado la situación política en Perú y ha adelantado que una nueva candidatura electoral de la ultraderechista Keiko Fujimori podría facilitar que otros aspirantes de extrema izquierda se postulen también a los comicios.

En palabras del exmandatario, Fujimori cuenta con una amplia "resistencia" popular en su contra, lo que permitió que la alternativa Pedro Castillo se hiciera con la victoria en las últimas elecciones presidenciales.

"Si ella se presenta, se presentará Antauro (Humala) y otro y vamos a generar inestabilidad", ha alertado Kuczynski, aludiendo así al hermano del también expresidente Ollanta Humala, condenado a 25 años de prisión una intentona golpista en 2005.

Antauro Humala tomó en 2005 una comisaría de la localidad de Andahuaylas con el objetivo de derrocar al Gobierno de Alejandro Toledo y restaurar la Constitución de 1979. Aquel episodio se saldó con la muerte de seis personas.

En el año 2000 también protagonizó otro conato golpista cuando con otros cerca de 70 militares reservistas tomó la mina de Locumba para exigir la dimisión de Alberto Fujirmori. Antauro y los reservistas no abandonaron las armas hasta que las autoridades les ofrecieron una amnistía.

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