ARGEL, 2 Dic. (Reuters/EP) -
Las partes enfrentadas en Libia están muy cerca de cerrar un acuerdo sobre la formación de un gobierno de unidad y podrían firmar el esperado pacto en el plazo de un mes, ha señalado este miércoles el nuevo enviado de la ONU para el país norteafricano, Martin Kobler.
Los países occidentales están promoviendo el acuerdo respaldado por la ONU como el único modo de acabar con el caos en Libia, donde actualmente hay dos gobiernos rivales y sus facciones armadas están luchando por el control del país.
Los más moderados han respaldado la propuesta formulada tras un año de conversaciones, pero los más radicales en ambos bandos han estado reclamando más condiciones y concesiones por parte del bando rival.
"Estamos muy cerca de un acuerdo incluso si aún quedan unos obstáculos. Creo que podemos firmar en un mes. Las conversaciones ya han durado un año y ha llegado el momento ahora de firmar un acuerdo", ha declarado Kobler a Reuters por teléfono durante las conversaciones en Argel. "El gobierno de unidad debería tener su base en Trípoli", ha explicado.
Según Kobler, no se ha discutido sobre sanciones contra aquellos que rechacen el acuerdo por el momento, sino más bien de esfuerzos para "animar a los libios a buscar una solución".
La propuesta de la ONU llama a la creación de un consejo presidencial de seis miembros que intente representar las bases de poder regionales tradicionales de Libia, junto con la Cámara de Representantes y una segunda cámara asesora, el Consejo de Estado.
Cuatro años después de la revuelta contra el régimen de Muamar Gadafi, las antiguas brigadas rebeldes están enfrentadas entre sí, en busca del poder y el control sobre las reservas de petróleo del país. En el caos reinante, los milicianos de Estado Islámico también han ganado terreno y se han hecho con el control de la ciudad de Sirte.
Desde el año pasado, Trípoli ha estado controlada por Amanecer de Libia, una alianza de facciones armadas vinculadas con la ciudad de Misrata y más grupos armados de corte más islamista que tomaron la capital y fijaron su propio gobierno y reinstauraron el viejo parlamento.
El Gobierno reconocido internacionalmente y el Parlamento electo han operado desde entonces desde el este del país, apoyados por una coalición de otras facciones armadas, incluida una liderada por el general Jalifa Haftar, otrora aliado de Gadafi.