Fallece a los 94 Lucas Mangope, uno de los grandes enemigos de la libertad racial en Sudáfrica

MADRID, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

El líder separatista Lucas Mangope, uno de los grandes enemigos de la democratización de Sudáfrica en la era post Apartheid, ha fallecido este jueves a los 94 años de edad tras dejar un legado de brutalidad y división como uno de los líderes de los estados del Bantustán, la organización territorial impuesta por las autoriades sudafricanas en la década de los 60 para consolidar la división étnica en el país.

Mangope fue presidente desde 1977 a 1994 de uno de estos territorios, el de Bophuthatswana, ejemplo modélico de estos lugares, donde la población negra vivía literalmente confinada bajo las autoridades blancas y oprimida por cruentas prácticas de explotación laboral, y donde cualquier amago de levantamiento acababa siendo aplastado por las fuerzas de seguridad, con el respaldo de grupos neonazis como el Movimiento de Resistencia Afrikaner.

El fallecido, de hecho, era un acérrimo oponente del proceso de democratización emprendido por el partido de Nelson Mandela, el Congreso Nacional Africano, a principios de los 90.

De hecho, en 1993, durante las negociaciones de Kempton Park que conducirían a las primeras elecciones abiertas en el país. Mangope dejó claro que jamás permitiría comicios en Bophutatswana, que describió como "su país", para frustración de Mandela. "No había forma de que escuchara", lamentó Mandela en su autobiografía.

Así, el Congreso Nacional Africano ha deslizado en sus condolencias de ayer que, con Mangope, desaparece "uno de los mayores oponentes" de la Sudáfrica contemporánea y dirigente de un régimen que solo puede calificarse de feudal para con sus ciudadanos, y servil para con el régimen del Apartheid, hasta el punto de que Sun City, ciudad de casinos y puntal económico de Bophutatswana, acabó siendo un epicentro de las protestas contra la libertad racial.

Al margen de los casinos, Bophutatswana se sustentaba en los enormes depósitos de platino que alberga, y que el régimen central de Pretoria explotó sin miramientos aprovechando esta división tribal, que de puertas hacia afuera era descrita falsamente como una partición de "estados independientes" todos ellos, sin embargo, al servicio de las autoridades sudafricanas.