MADRID 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La campaña presidencial del candidato estadounidense del partido Republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha supuesto unos ingresos de más de 8,2 millones de dólares (7,3 millones de euros) al negocio familiar, un caso sin precedentes en la historia de Estados Unidos, según ha informado este jueves el portal de noticias 'Político'.
El candidato ha contratado a varias de sus empresas, que se han encargado del servicio de cátering y planificación de eventos en el marco de su campaña política y ha alquilado sus propiedades para establecer en ellas las oficinas destinadas a la organización y el desarrollo de su campaña presidencial.
Según 'Político', el magnate ha pagado 333.000 dólares (297.000 euros) a sus propios empleados corporativos, que contribuyeron en la organización y la seguridad establecida durante la convención republicana en la que su mujer, Melania Trump, intervino en julio.
Es la primera vez que un candidato presidencial se lucra mediante su propia campaña, según ha informado el periódico, que ha señalado que Trump parece tener su negocio estructurado de tal manera que puede utilizar sus propios recursos como parte de la campaña sin incurrir en ningún tipo de delito.
Trump, que ha utilizado su campaña como una plataforma de márketing, no ha mostrado en ningún momento sentirse avergonzado por la retribución y los beneficios que conlleva contratar sus propias empresas. En julio, la candidata demócrata a la Presidencia, Hillary Clinton, acusó a Trump de "invertir los recursos de la campaña en sí mismo".
Es difícil estimar el grado en que Trump podría estar beneficiándose debido a que las estructuras legales y financieras de su negocio permanecen opacas. Según varios informes realizados por la Comisión Electoral Federal, más de 500.000 dólares (446.000 euros) han sido invertidos en servicios y software a través del las empresas de Trump.
La ley electoral prohíbe a las grandes corporaciones donar dinero o servicios a las campañas. Sin embargo, la legislación permite que algunas empresas y sociedades de responsabilidad limitada puedan donar parte de su capital a los candidatos.
"La mayoría de candidatos ricos separan sus negocios de la organización de las campañas, y eso es en parte porque sus empresas son propiedad de varias personas", ha aseverado el abogado del Partido Republicano Jason Torchinsky.