MADRID, 25 May. (EUROPA PRESS) -
Las familias de más de 600 personas que están desaparecidas en Kenia con vínculos a una secta cristiana han denunciado la lentitud de las labores de búsqueda y rescate por parte de las autoridades, que están investigando terrenos en Shakahola donde hasta el momento se han encontrado más de 240 muertos en fosas comunes.
Las autoridades han precisado que hay 34 sospechosos detenidos vinculados con la secta de Paul Mackenczie, y que han conseguido rescatar a 91 personas, de las cuales 19 se han reunido con sus familias.
Sin embargo, las familias que han encontrado a sus seres queridos han lamentado que se les mantiene "en la oscuridad", ya que algunos de los rescatados hace varios días no han tenido contacto con sus familiares. Algunos padres han indicado que sus hijos fueron trasladados a centros para recibir asesoramiento y que no les han permitido ponerse en contacto con ellos.
El presidente de Kenia, William Ruto, asumió recientemente su "total responsabilidad" en lo sucedido y prometió que las autoridades "llegarán al fondo del asunto" para esclarecer el incidente. "Asumo la responsabilidad de que, como presidente, esto no tendría que haber pasado", destacó.
Los principales líderes de la secta, encabezada por Paul Mackenzie, instaron a los adeptos a practicar el ayuno hasta la muerte bajo la promesa de que se encontrarán con Jesucristo en una nueva vida. El propio Ruto ha descrito a Mackenzie como un "terrible criminal".