MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Gobiernos y dirigentes de todo el mundo han expresado su preocupación por la posible salida de Reino Unido de la Unión Europea, una hipótesis que preocupa no sólo en el Viejo Continente sino también entre las principales potenciales mundiales, todas ellas socias comerciales en mayor o menor medida.
Los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el del Parlamento Europeo, Martin Schulz, se han citado el 24 de junio, el día después del referéndum para evaluar los resultados y calcular la respuesta adecuada al resultado salido de las urnas.
Los líderes europeos han desmentido que tengan un 'plan B' sobre la mesa en caso de 'Brexit', si bien en cualquier caso la salida de Reino Unido de la UE aún requerirá de un largo --y previsiblemente arduo-- proceso de negociaciones.
Juncker ha reconocido esta misma semana que si Londres rompe con el bloque comunitario se abriría "un periodo de gran incertidumbre", no sólo para Reino Unido y la UE, sino también "a nivel global". Tusk ha compartido el mismo temor: "No tengo duda de que las consecuencias directas de un eventual 'Brexit' serán muy peligrosas para nuestras economías, en Reino Unido y en el resto de la Unión Europea".
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, no ha ocultado que el 'Brexit' es uno de los "riesgos" a los que se enfrenta la recuperación económica a corto plazo, algo que ya ha quedado patente en los mercados financieros de todo el continente, con caídas generalizadas en las bolsas que no han hecho sino añadir más leña al fuego.
A nivel de líderes de Gobierno, la preocupación es la misma y todos coinciden con el 'premier' británico, David Cameron, en que es mejor que Reino Unido siga formando parte de la UE, aunque sea a su manera. El jefe del Ejecutivo español en funciones, Mariano Rajoy, ha llegado a utilizar el término "catástrofe" para referirse a la hipótesis del 'Brexit'.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, no ve "ninguna ventaja" en la ruptura y ha advertido de que "si Reino Unido sale de la Unión Europea, no tendrá acceso al mercado comunitario" y "cualquier negociación tendrá que hacerse con los 27 países restantes".
El presidente de Francia, François Hollande, también ha avisado de que el 'Brexit' tendrá "consecuencias" en numerosos ámbitos como el comercio, la inmigración, el sector financiero o los acuerdos económicos bilaterales.
Otros líderes, como el primer ministro de Italia, Matteo Renzi, han subrayado que sería Reino Unido, y no la UE, la parte que saldría peor parada en este singular pulso. En este sentido, ha llegado a decir que este "pequeño problema" para Europa sería "mucho mayor" para Reino Unido, que sufriría poco menos que un "desastre".
FUERA DE EUROPA
Fuera de las fronteras europeas, la preocupación es la misma, al menos entre las organizaciones y líderes que ostentan actualmente el poder. Tan sólo unas pocas voces, entre ellas las del virtual aspirante del Partido Republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, consideran que "los británicos están mejor sin la UE".
De hecho, el actual presidente norteamericano, Barack Obama, no comparte esta tesis, tal como dejó patente durante una reciente visita a Reino Unido. En una comparecencia junto a Cameron, Obama subrayó que el 'Brexit' pondría a Londres "a la cola" de cualquier negociación, precisamente ahora que se negocia un acuerdo comercial transatlántico.
La presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), Janet Yellen, reconoció esta semana que la potencial ruptura de Reino Unido con la UE ha sido "uno de los factores" que le ha llevado a mantener los tipos de interés, habida cuenta de las "consecuencias" que aún están por determinar.
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, también ha apuntado que su país "claramente prefiere que Reino Unido siga en la UE", algo que es "lo mejor para el mundo". Abe ha advertido de que el 'Brexit' podría lastrar la inversión y poner en riesgo 100.000 puestos de trabajo.
El Gobierno de China, por su parte, ha evitado hablar claro sobre cuál es su posición --"tiene que ser decidido por el pueblo británico", ha justificado--, pero sí que ha deslizado a través de varios dirigentes que prefiere a un Reino Unido integrado en Europa que a uno que vaya por libre.
El mensaje más rotundo del presidente chino, Xi Jinping, se remonta a octubre de 2015 durante una visita oficial a Londres. "China espera ver a una Europa próspera y unida y espera que Reino Unido, miembro importante de la UE, pueda jugar un papel todavía más positivo y constructivo para promover los lazos China-UE", aseguró.
Rusia comparte la cautela de China y tampoco se ha pronunciado con claridad. El presidente ruso, Vladimir Putin, reconoció este viernes que prefiere "una Europa fuerte", pero no ha valorado el 'Brexit' y ha dicho que "se debería respetar" cualquier resultado en la consulta. "Tenemos que esperar unos días para ver lo que ocurre", agregó.