AMÁN 19 Nov. (Reuters/EP) -
La intensificación del conflicto sirio en las zonas de plantación de trigo en el norte del país dificultarán a los agricultores el acceso a los campos y podría obstaculizar la plantación de otros cereales esta temporada, ha informado el director general adjunto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y representante del Norte de África y Oriente Próximo (FAO), Abdesalam Ould Ahmed.
A pesar de que el tiempo indicaba una buena temporada de lluvias por segundo año consecutivo, las condiciones a las que se enfrentan los agricultores se han deteriorado, ha denunciado Ould Ahmed. "El conflicto en Siria se ha intensificado aún más y esto ha empeorado la producción", ha añadido.
"Las condiciones de la producción agrícola son extremadamente difíciles en Siria y esto impide a los agricultores continuar trabajando en sus campos, debido a las preocupaciones por la seguridad y a las dificultades posteriores para trabajar en las tiendas y vender sus productos", ha explicado.
"Los enfrentamientos han aumentado en las provincias de mayor producción", ha señalado refiriéndose a las provincias de Hasaka, Raqqa y Deir al Zor, que producen cerca del 70 por ciento del trigo del país.
Estas zonas han visto cómo durante este año han aumentado los enfrentamientos entre la milicia kurda YPG, respaldada por los ataques aéreos de Estados Unidos, y Estado Islámico. Son los enfrentamientos más duros en esta zona desde que empezó la guerra.
La lucha también se ha intensificado en la provincia de Alepo, en la zona de Sahl al Ghab en la provincia de Hama y en el noroeste de la provincia de Idlib, todas ellas zonas aptas para la agricultura.
El aumento del conflicto podría impedir nuevas plantaciones aunque las lluvias fueran tan buenas como las del año pasado, ha asegurado Ould Ahmed.
Las lluvias de 2014, que llegaron antes de tiempo y resultaron muy oportunas para las nuevas plantaciones, fueron las mejores de la última década, lo que hizo aumentar la producción de trigo hasta 2.445 millones de toneladas en 2015, significativamente mejor que el año anterior, que resultó muy afectado por la sequía.
La producción de cebada fue de 986.000 toneladas en 2015, la mejor desde 2006, a pesar de que fue cultivada en una zona más pequeña, ha informado la FAO.
Pero la intensidad de la estación de lluvias hizo poco para frenar el descenso de las zonas cultivadas en 2015, que han caído sistemáticamente desde que comenzó el conflicto en 2011. Se estima que los cultivos de trigo tienen ahora menos extensión que en 1960. La producción de trigo está todavía un 40 por ciento por debajo de los niveles anteriores al conflicto.
La FAO ha puesto en marcha varias operaciones a lo largo del país para distribuir más semillas y aumentar la asistencia técnica, tanto en las zonas controladas por el Gobierno como en las controladas por los rebeldes, para frenar la disminución de las tierras agrícolas, ha anunciado Ould Ahmed.
TRANSPORTE, INFLACIÓN, PETRÓLEO
Ould Ahmed también ha advertido de que el conflicto está empeorando las ya difíciles condiciones a las que se enfrentan los agricultores a la hora de almacenar, transportar y comercializar con la mercancía.
La inflación se ha elevado debido a la devaluación de la moneda local frente al dólar y el incremento del precio del petróleo por la escasez ha aumentado los costes de producción, ha añadido.
"Cada vez que cruzan las fronteras, los agricultores tienen pagar y esta situación podría empeorar", ha agregado Ould Ahmed.
El descenso de la producción de comida está haciendo a Siria más dependiente de los donativos del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otras agencias. La necesidad de importar está creciendo a pesar de que los millones de refugiados sirios que se han ido del país hayan reducido la necesidad de comida, ha matizado.
"Las importaciones crecerán, pero serán mucho más caras debido al aumento de la prima del seguro que se ha incrementado dramáticamente, haciendo que el coste de la tonelada de trigo importada a Siria sea mucho mayor", ha explicado Ould Ahmed.
Actualmente, más de la mitad de la población siria está desnutrida. Siria es un país que ha sido autosuficiente y ahora produce solo la mitad de la comida que consume, ha señalado el director general adjunto de la FAO de acuerdo con las estadísticas de la organización.