LONDRES 8 May. (EUROPA PRESS) -
El líder del UKIP, Nigel Farage, ha fracasado en su intento de obtener un escaño en el Parlamento británico, por lo que si cumple con su compromiso de la campaña de las generales, renunciará al timón de una formación que este jueves se convirtió en la tercera fuerza en porcentaje de voto, tan sólo por detrás de conservadores y laboristas.
El UKIP ha resultado una víctima colateral del sistema de representación uninominal británico, puesto que pese a haber obtenido casi un 13 por ciento del total de votos, su representación en Westminster es residual, con tan sólo un diputado hasta ahora. Esta aparente asimetría llevará a la formación a convertirse en "un partido más radical a favor de la reforma política", de acuerdo con Farage, que ya había avanzado durante la campaña que dimitiría si no obtenía un asiento en Westminster.
En su intervención tras conocerse el resultado, dijo sentir, "a nivel personal, que se ha retirado un peso de mis espaldas". "Hace cinco años estaba en la UCI, tras un accidente de helicóptero, así que esto sienta francamente bien", declaró, si bien se mostró menos feliz por las consecuencias del sistema político imperante: "Creo que el tiempo ha llegado para una reforma real y el UKIP va a liderarla".
Su líder cuestionó que un partido con el porcentaje de votos de su formación apenas obtuviese voz en Westminster. "Estamos encantados de haber logrado muchos votos, pero tiene que haber un cambio en el sistema", avanzó el líder, quien reiteró su advertencia de que el UKIP "va a cambiar para convertirse en una formación más radical a favor de la reforma política".
La elevada participación en la circunscripción de South Thanet por la que concurría retrasó casi cinco horas el escrutinio, cuyo anuncio estaba previsto en torno a las 6.00 horas (una más en horario peninsular español), si bien el notable repunte que el UKIP registró en gran parte de Inglaterra durante la jornada de recuento reabrió el debate sobre el modelo electoral que domina Reino Unido.
El único que han obtenido hasta ahora procedió, precisamente, de la plaza que le había abierto las puertas de Westminster el pasado octubre como consecuencia de las elecciones parciales que había