BOGOTÁ, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han denunciado este domingo la continuidad de las operaciones militares en el departamento de Cauca, advirtiendo de que podrían perjudicar el alto el fuego unilateral declarado por la guerrilla el 20 de julio.
"En áreas de nuestra influencia --municipios de Corinto, Toribío, Páez, Jambaló, Caldono y Morales, todos en el departamento de Cauca-- se desarrollan constantes operativos y patrullajes realizados por el Ejército y la Policía, apoyados en sobrevuelos de aviones de Inteligencia", han dicho en un comunicado.
La insurgencia ha explicado que estos movimientos militares "ocasionan enfrentamientos, como el ocurrido el 28 de septiembre cuando unidades del Frente Jacobo Arenas fueron atacadas al amanecer por tropas de la Brigada 37 con el saldo de dos guerrilleros heridos y otro capturado".
"Operaciones de este tipo, del mismo modo que las dirigidas a erradicar cultivos de uso ilícito de los que derivan su subsistencia las familias pobres, carecen de sentido si se valoran los alcances de los acuerdos parciales firmados en la mesa de negociaciones, así como las expectativas generadas por ellos", ha considerado.
En este contexto, las FARC han pedido al Frente Amplio por la Paz, así como a otras organizaciones defensoras de los Derechos Humanos y "al movimiento popular en general "que hagan presencia en las áreas antes mencionadas para constatar lo que ocurre".
La guerrilla ha lamentado nuevamente que la tregua "no cuente con la reciprocidad plena por parte del Gobierno", a pesar de que "constituye un invaluable gesto de voluntad que recoge el clamor nacional por la construcción de una paz estable y duradera".
"Las FARC no faltamos a nuestra palabra y cada día estamos más convencidas de que ya es suficiente con la sangre derramada por miles de policías, soldados, guerrilleros y gentes de la población civil en más de cinco décadas de guerra", han subrayado.
El grupo armado ha declarado varias treguas unilaterales desde el inicio del diálogo de paz, en otoño de 2012, pero el Gobierno se ha negado a sumarse argumentando que, de fracasar las negociaciones en La Habana, la guerrilla saldría fortalecida militarmente.