BOGOTÁ, 8 (EUROPA PRESS)
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han anunciado este miércoles que están dispuestas a declarar una tregua unilateral de un mes a partir del 20 de julio, atendiendo así el llamamiento de los países garantes (Cuba y Noruega) y acompañantes (Venezuela y Chile) del proceso de paz para "desescalar el conflicto".
"Recogiendo el espíritu del llamado de los garantes y acompañantes, anunciamos nuestra disposición de ordenar un cese al fuego unilateral a partir del 20 de julio por un mes", ha dicho la guerrilla en un comunicado.
Al mismo tiempo, el grupo armado ha solicitado "los buenos oficios como veedores de esta determinación del Frente Amplio por la Paz, de las iglesias y del movimiento constituyente por la paz", como ya hicieron en el alto el fuego anterior.
Las FARC han explicado que con ello pretenden "generar condiciones favorables para avanzar con la contraparte en la concreción del cese bilateral y definitivo". "Vinimos a Cuba a alcanzar un acuerdo de paz. Nada puede complacernos más que acabar con la confrontación", han dicho.
Así la insurgencia ha afirmado que "hace suyo íntegramente el llamamiento de los países garantes y acompañantes pidiendo el desescalamiento urgente del conflicto armado, restringir al máximo las acciones de todo tipo que causan víctimas y sufrimiento, e intensificar la implementación de medidas de construcción de confianza".
"ACELERAR EL DIÁLOGO"
Por su parte, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se ha comprometido a "acelerar la negociación (para acordar un) cese al fuego definitivo", incidiendo en que es necesario "avanzar suficiente en todos los temas" de la agenda de paz.
Santos ha reiterado que para sellar una tregua bilateral "la concentración" de las FARC en una zona del territorio colombiano, "la dejación de armas" y "la verificación" de las dos condiciones anteriores "son indispensables".
Sin embargo, la guerrilla ha insistido en que está en manos del Gobierno "poner punto final a los choques armados" subrayando que "se trata de un asunto de voluntad política que no se puede condicionar a exigencias de sometimiento penal, dejación de armas o concentración".
ÚLTIMA TREGUA
El grupo armado ha intensificado su ofensiva contra policías y militares en respuesta al fin de la tregua unilateral que regía desde el 20 de diciembre y que suspendió el 22 de mayo por un ataque del Ejército contra un campamento del Frente 29 en Cauca.
Las FARC han acusado al Gobierno de la reanudación de los combates sobre el terreno y han insistido en que la única forma de evitar nuevas víctimas es pactar un alto el fuego bilateral hasta cerrar un acuerdo de paz definitivo.
Santos, en cambio, se ha negado reiteradamente a pactar el cese de las hostilidades durante las negociaciones de paz porque considera que, de fracasar éstas, la tregua podría servir para fortalecer a la guerrilla como ocurrió en el Caguán.