La ONU aspira a recaudar 8.000 millones de dólares para la peor crisis humanitaria en 20 años
MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
Kuwait acoge este martes su tercera conferencia de donantes internacionales con el objetivo de recabar el dinero suficiente para atender a los 12,2 millones de personas con necesidades humanitarias urgentes en Siria y los casi cuatro millones de refugiados desperdigados por toda la región.
Naciones Unidas hizo en diciembre su mayor solicitud de ayuda humanitaria para una sola crisis: la siria. La ONU pidió 8.000 millones de dólares a la comunidad internacional "que, de financiarse en su totalidad, servirán para cubrir las necesidades básicas de los refugiados y ayudar a los países de acogida a mejorar sus infraestructuras y servicios".
Sin embargo, las esperanzas de que esta cuantía quede cubierta son pocas. En la primera conferencia para Siria, celebrada en 2013, los países asistentes comprometieron 1.500 millones de dólares, tal y como reclamaba la ONU, pero solo se financiaron en un 70 por ciento. En 2014, Naciones Unidas pidió 6.500 millones de dólares, pero los donantes internacionales solo acordaron 2.400 millones de dólares.
Por países, de acuerdo con datos de la organización internacional actualizados a 30 de marzo de 2015, el mayor donante internacional es Reino Unido, que ha entregado 280 millones de dólares, seguido de Alemania, con 132, y de Estados Unidos, con 51 millones de dólares. En el caso de España, la aportación es tan solo de 226.000 dólares.
El hecho de que la guerra civil siria y, en consecuencia, la crisis humanitaria, estén entrando en su quinto año sin visos de solución "ha provocado cierta fatiga entre los donantes internacionales, lo que hace que las necesidades de la población civil no estén cubiertas como deberían", explica Jean-Raphäel Poituo, de Acción contra el Hambre (ACH).
LA DISTRACCIÓN DEL ESTADO ISLÁMICO
Al agotamiento de los donantes internacionales se añaden las dificultades generadas por la irrupción de nuevos actores como el Estado Islámico, presente en el noreste de Siria, que, según denuncian las ONG, ha servido para desviar la atención mediática de la crisis humanitaria.
"En agosto la comunidad internacional descubrió a un grupo armado que, desafortunadamente, existía desde hacía tiempo: el Estado Islámico (...) Pero es solo una consecuencia de la no resolución del conflicto sirio", sostiene el cooperante de ACH.
Las ONG lamentan que las ruidosas matanzas del Estado Islámico que --según sostienen-- no son muy distintas de las que perpetran otros actores de la guerra civil, han movilizado a ciertos donantes, que envían ingentes cantidades de dinero con uso limitado a la población civil afectada por el grupo yihadista, que no es la mayoría.
Esta reacción desigual de la comunidad internacional ha provocado víctimas de primera y segunda categoría cuya supervivencia depende ahora de las portadas que consiga acaparar la barbarie que sufren a diario, y que suele proceder de todas las partes combatientes.
RECORTES DOLOROSOS
La escasez de fondos ha obligado a la ONU a recortar la asistencia humanitaria. En Líbano, por ejemplo, ayudaba a los refugiados sirios entregando 30 dólares por persona y por mes a los más vulnerables, que son seleccionados por las ONG que trabajan sobre el terreno, como ACH. Sin embargo, desde 2014 ha tenido que reducir la cuantía a 19 dólares.
El Programa Mundial de Alimentos (PAM) también ha anunciado recientemente que los 26 dólares mensuales que hasta ahora daba a los refugiados sirios en Jordania se quedarán en 10 dólares a partir de abril. Ello dejará a 34.000 personas sin cobertura humanitaria. "Tenemos que centrarnos en la gente más vulnerable", lamenta Jonathan Campbell, el coordinador de emergencias del PAM en Jordania.
La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) se enfrenta al mismo problema. Su director para Oriente Próximo, Michael Kingsley-Nyinah, contaba en una entrevista a Europa Press que en Siria aspiraban a dar un dólar al día a cada refugiado palestino, pero que la falta de dinero ha obligado a darles 64 dólares cada cuatro meses. "Estamos desesperados", admitía.
"Las consecuencias de estos recortes son dobles: si por una parte golpean de pleno a los refugiados sirios, algunos de los cuales hasta se preguntan si no sería mejor volver al país, también afectan a las comunidades de acogida de los países limítrofes", alerta ACH.
EN ARENAS MOVEDIZAS
La situación en los países vecinos es límite. A lo largo de estos cuatro años de guerra civil, han acogido un total de 3,8 millones de refugiados sirios que, a lo largo de 2015, si el conflicto sigue la actual deriva, podrían sumar 4,8 millones.
Turquía se ha convertido en el mayor receptor mundial, con 1,6 millones de refugiados sirios. "Fue uno de los primeros países impactados", señala Poituo, recordando que "en 2014 hubo un incremento drástico del número de refugiados sirios" debido a los combates en la ciudad de Kobani, que provocaron "un flujo importante de kurdos".
Pero el país más afectado por la diáspora siria es Líbano. Con 1,2 millones de refugiados sirios, ha visto un incremento del 27 por ciento en su población, que ya acogía a las comunidades palestinas emigradas, lo que significa que una de cada cinco personas en la nación de los cedros es un refugiado.
A ello se suman los 622.000 que han huido a Jordania, los 242.000 en Irak --que ya no es una opción por el conflicto interno que se desató el año pasado por la irrupción del Estado Islámico en el norte-- y los 136.000 en Egipto.
Esta llegada masiva de refugiados sirios ha llevado a los países de acogida a cerrar sus fronteras, empujando en muchos casos a los civiles a intentar su vuelta a Siria --donde hay 7,6 millones de desplazados internos--, o a peligrosas travesías por el mar Mediterráneo para alcanzar las costas europeas que se han cobrado miles de vidas.
"Después de años de exilio, los ahorros de los refugiados sirios se han agotado y viven de la mendicidad, la prostitución y el trabajo infantil. Un padre me dijo que la vida del refugiado es como estar en arenas movedizas: cada vez que avanzas te hundes un poco más", cuenta el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres.
ABRIR LAS FRONTERAS
Así las cosas, a final de 2014 más de 30 ONG, entre ellas ACH, propusieron que otras regiones recibieran a un cinco por ciento de los refugiados sirios: 180.000 de 3,8 millones. Un pequeño paso en una larga carrera que sigue dejando a los países de acogida al borde del colapso económico y social.
Para este fin, Alemania --el país con mayor demanda-- ha comprometido 20.000 plazas, seguido de lejos por Australia, con 5.600; Austria con 1.500; Canadá, con 1.300; Suecia, con 1.200; Noruega, con 1.000; Suiza, con 500; Finlandia, con otras 500; e Irlanda, con 310.
España tan solo ha ofrecido 130, la misma cifra que los últimos años, si bien los primeros refugiados --un grupo de 30-- no llegaron hasta el 17 de diciembre de 2014. Fuentes diplomáticas aseguran a Europa Press que los sirios prefieren ir a otros países con más oportunidades y con mayor arraigo social.
"Seguir abandonando a los países de acogida en la gestión de esta crisis humanitaria podría llevar a una grave desestabilización regional, aumentando la probablilidad de que haya más problemas de seguridad en otras partes del mundo", advierte ACNUR.