MADRID, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
El FBI ha matado al hombre armado y con chaleco antibalas que intentó ingresar en la mañana de este jueves a la oficina de la FBI en Cincinnati después de un enfrentamiento en el que sujeto trató de disparar a los agentes federales durante una persecución.
El hombre intentó "violar las instalaciones de detección de visitantes" de las oficinas del FBI en Cincinnati, en el estado de Ohio, activando una alarma y provocando una fuerte respuesta policial, según ha informado la cadena estadounidense CNN.
Durante un primer momento, el sospechoso huyó del lugar con un coche provocando una persecución de varias horas hasta que el vehículo finalmente se detuvo en un tramo rural de la carretera, donde se enfrentó con los agentes federales al negarse a negociar, según las autoridades policiales.
Tras la persecución y posterior enfrentamiento con el sujeto, el director del FBI, Christopher Wray, ha asegurado que los ataques perpetrados con los agentes federales en los últimos días "erosionan el respeto por el Estado de derecho y perjudican gravemente a los hombres y mujeres que sacrifican tanto para proteger a los demás".
"La violencia y las amenazas contra las fuerzas del orden público, incluido el FBI, son peligrosas y deberían preocupar profundamente a todos los estadounidenses, ha aseverado Way en un comunicado.
"Todos los días veo a los hombres y mujeres del FBI haciendo su trabajo de manera profesional y con rigor, objetividad y un feroz compromiso con nuestra misión de proteger al pueblo estadounidense y defender la Constitución. Estoy orgulloso de servir junto a ellos", ha agregado.
El incidente se ha producido en la misma semana en la que el FBI ha llevado a cabo el registro de la residencia del expresidente Donald Trump en Mar-a-Lago (Florida), un operativo que ha sido duramente criticado no solo por el exmandatario, sino también por sus partidarios.
De hecho, simpatizantes de Trump han convocado una serie de movilizaciones para protestar por lo ocurrido, algo que ha puesto en alerta al propio FBI, cuyo director, Christopher Wray, ya ha mostrado su preocupación por la creciente presión a la institución.