BERLÍN, 3 Jun. (DPA/EP) -
El festival de música Rock am Ring, uno de los festivales más importantes de Alemania, ha reanudado este sábado su actividad, suspendida desde el viernes debido a una amenaza terrorista, según ha informado la Policía Coblenza, en el oeste del país.
"Nos alegramos con ustedes, esto continúa", ha apuntado la Policía a través de la red social Twitter. "Esta es la noticia que todos los fans esperaban en el Rock am Ring. Después de inspeccionar de forma intensiva el recinto del festival, la sospecha de una situación de grave amenaza no ha sido confirmada", ha informado por su parte el organizador del evento, Marek Lieberberg, en la página web del evento.
"La Policía ha dado luz verde para seguir con los trabajos de montaje en los escenarios", ha explicado Lieberberg, que ha agradecido además el "increíble y disciplinado comportamiento" y la "cooperación ejemplar" de los asistentes.
Desde primera hora de esta mañana, las fuerzas de seguridad reanudaron la inspección del circuito de carreras de Nürburgring, donde se celebra el evento, según informaron un portavoz policial y otro del Ministerio de Interior del estado de Renania-Palatinado.
En el marco de las investigaciones, la Policía detuvo temporalmente a tres personas sospechosas de estar detrás de la amenaza terrorista. Según los investigadores, los arrestados, que ya han sido liberados, pertenecen al mundillo salafista de Hesse, en el centro-oeste de Alemania.
La alarma se desencadenó al comprobar que el nombre de algunas personas encargadas de velar por la seguridad de los conciertos no coincidía con el que figuraba en sus tarjetas de acceso, señalaron hoy los investigadores. Sobre uno de los sospechosos existían "claros" indicios en el ámbito del terrorismo islamista, indicaron las mismas fuentes.
"En una situación de este tipo no podemos correr ningún riesgo, explicó hoy en rueda de prensa el ministro de Interior del estado federado de Renania-Palatinado, el socialdemócrata Roger Lewentz.
La decisión de cancelar el viernes el legendario festival en el que se calcula se darán cita unas 90.000 personas a lo largo de tres días fue respaldada por el ministro del Interior de Alemania, Thomas de Maizière. "Es amargo, pero la seguridad de los asistentes al festival debe ser lo primero", recalcó el político conservador miembro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de la canciller Angela Merkel.
En la noche del viernes, tan solo unas horas después de que comenzara el festival, la Policía pidió a los organizadores que instaran a los asistentes a abandonar el lugar por "una situación de peligro terrorista".
El público se fue retirando tranquilamente del circuito en el que se celebra el evento y en una media hora quedó despejado. Una de las bandas que tenían previsto actuar el viernes era Rammstein.
El festival de rock había comenzado este viernes en medio de fuertes medidas de seguridad y un despliegue de 1.240 agentes tras el atentado registrado hace poco más de diez días en un concierto de Ariana Grande en Mánchester, donde murieron 22 personas.
No es la primera vez que en Alemania se cancela un espectáculo multitudinario por amenaza terrorista. También en 2015 las autoridades decidieron suspender un partido amistoso que debían disputar las selecciones de Alemania y Holanda en Hanóver así como una carrera ciclista en Frankfurt y un desfile de carnaval en la ciudad de Brunswick, en el norte del país.
El nivel de alerta por amenaza terrorista es elevado en Alemania, un país que en el último año se ha visto sacudido por tres ataques cuya autoría reclamó Estado Islámico. El más grave tuvo lugar en diciembre en Berlín, cuando el joven tunecino Anis Amri atropelló con un camión a los visitantes de un mercado navideño, mató a doce personas y causó heridas a cerca de medio centenar.
Con anterioridad, en julio, un refugiado sirio de 27 años hizo explosionar una bomba que llevaba a las puertas de un festival de música en el sur de Alemania. En el ataque murió el agresor y otras 15 personas resultaron heridas. También ese mes, un refugiado afgano de 17 años atacó con un hacha y un cuchillo a los pasajeros de un tren regional en Wurzburgo e hirió a cinco personas.