BRATISLAVA, 4 Mar. (Reuters/EP) -
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, es el favorito para ganar las elecciones parlamentarias que se celebran este sábado en Eslovaquia. Según las últimas encuestas, su partido, Smer, obtendría entre un 32,5 y 38,4 por ciento de los votos, suficientes para mantenerse en el poder formando coalición con uno o dos partidos.
El primer ministro ha centrado su campaña política en su posición contraria a la política de puertas abiertas de la canciller alemana, Angela Merkel. Además, desde julio presidirá la Unión Europea durante seis meses, algo que le dará mayor protagonismo sobre las discusiones del bloque.
Fico mantiene una alianza antinmigración con dos de sus vecinos de la Unión Europea, el húngaro Viktor Orban y el polaco Jaroslaw Kaczynski. Socialdemócrata, comparte con sus dos homólogos conservadores el orgullo nacional, el conservadurismo social y la fuerte oposición a la inmigración.
Se hace eco de Orban, que denuncia que el flujo de inmigrantes podría redibujar el mapa cultural, étnico y religioso de Europa. Por su parte, Kaczynski también ha sostenido que los refugiados podrían llevar enfermedades a Polonia y amenazar el estilo de vida católico del país.
"El multiculturalismo es una ficción. Una vez dejas entrar a los inmigrantes, te puedes enfrentar a muchos problemas. Prácticamente, cada vez que hay un ataque terrorista, son musulmanes", ha sostenido el primer ministro eslovaco.
Fico está enfrentado a la Unión Europea desde que se negó a aceptar la parte de los 160.000 refugiados que le correspondían por el sistema de cuotas acordado por el bloque. De hecho, ha presentado una demanda contra este plan en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
La opinión de Fico parece haber tenido mucha repercusión en el país de mayoría católica, que ha tenido problemas para integrar a la minoría romaní y en ocasiones ha mantenido relaciones tensas con la etnia húngara.
En 2015, solo 330 refugiados solicitaron asilo en Eslovaquia, frente a los miles que atravesaban el país para llegar hasta Alemania. La mayoría de los eslovacos nunca ha conocido a un inmigrante, por lo que no tienen la oportunidad de comparar los mensajes políticos y de la televisión con experiencias propias.
Las opiniones contrarias a los musulmanes en Centroeuropa están aumentando en toda la región. Además, otros de sus puntos de vista, como la gestión de las frontera del espacio Schengen y el endurecimiento de las leyes, han ido aumentando su aceptación a medida que Europa se enfrenta a la crisis de los refugiados.
¿CONTROL DE LA DEMOCRACIA?
Algunos críticos han mostrado su preocupación porque Fico pueda seguir las políticas que Orban y Kaczynski han puesto en marcha para controlar la democracia. Ha tenido malas relaciones con la prensa crítica, ha presentado demandas, y en 2008 aprobó una ley de medios criticada por grupos defensores de Derechos Humanos.
Sin embargo, el antiguo miembro del Partido Comunista no tiene raíces ideológicas profundas y no ha mostrado un deseo de controlar los medios ni de reformar la Constitución. Ha apoyado las políticas de la zona euro y ha abierto las puertas a los inversores extranjeros, además, la semana pasado aseguró a Reuters que quiere "una democracia viva".
"Fico no tiene las tendencias autoritarias de Orban. Ha gobernado solo durante cuatro años y lo podría haber hecho mucho peor", ha opinado el analista Samuel Abraham, director de la Escuela Internacional de Bratislava de Artes Liberales.
Según ha explicado Tim Haughton, del Centro de estudios rusos, europeos y euroasiáticos de la Universidad de Birmingham, Fico podría rebajar su tono después de las elecciones para proteger los beneficios económicos de los que disfruta el país por el libre movimiento de la Unión Europea.
"Para un país como Eslovaquia, el espacio Schengen es muy importante y Fico tiene interés en asegurarse de que no va a perder estos beneficios", ha explicado Haughton. "Ser un dolor todo el tiempo puede ser contraproducente", ha añadido.