El ministro de Defensa de Filipinas, Delfin Lorenzana.
ROMEO RANOCO / REUTERS
Actualizado: jueves, 9 febrero 2017 18:37


MANILA, 9 Feb. (Reuters/EP) -

El ministro de Defensa de Filipinas, Delfin Lorenzana, ha asegurado este jueves que existen indicios "muy graves" de que los milicianos islamistas registrados principalmente en el sur del país mantienen una estrecha relación con el grupo terrorista Estado Islámico.

Lorenzana, que ha mostrado su preocupación ante el aumento de la tensión entre el Gobierno de China y la nueva Administración de Estados Unidos, ha informado de que las agencias de Inteligencia del país han encontrado pruebas que vinculan a los rebeldes musulmanes del sur de Filipinas con los milicianos de Estado Islámico.

Según el Ministerio de Defensa, los milicianos filipinos habrían recibido dinero de los terroristas, con los que se mantienen en contacto. "Antes sospechábamos que Estado Islámico vendría a Filipinas, pero ahora estamos seguros de que la conexión entre los milicianos en Filipinas y el grupo terrorista en Oriente Próximo es muy fuerte", ha afirmado Lorenzana.

"Además, se han recibido grandes cantidades de dinero desde Oriente Próximo", ha indicado el ministro, que ha asegurado que los milicianos han mantenido el contacto a través de las redes sociales y la telefonía móvil.

Las autoridades han señalado que los fondos transferidos a través de trabajadores filipinos son difíciles de interceptar debido al gran número de personas que envían dinero al país desde el extranjero.

AUMENTO DE LA TENSIÓN

El Gobierno de Filipinas no considera que la relación con Washington se haya visto afectada recientemente a pesar de las polémicas declaraciones llevadas a cabo por el presidente del país, Rodrigo Duterte.

Los últimos comentarios realizados por el Gobierno estadounidense en relación con Pekín son "muy preocupantes", según Lorenzana, que ha aseverado que el Acuerdo de Cooperación de Defensa Mejorada entre Estados Unidos y Filipinas podría provocar que las tropas del Ejército estadounidense que se encuentren temporalmente en territorio filipino se conviertan en el centro de posibles represalias en caso de que la situación se volviera hostil.

"Nos preocupa estar en medio si se inicia un conflicto armado entre las partes", ha explicado el ministro de Defensa. A pesar de que las relaciones entre Manila y Pekín han mejorado recientemente, el Gobierno de Duterte "quiere saber cómo actuará China" respecto al territorio en disputa en el Mar de China Meridional.

Lorenzana ha informado de que las amenazas a la seguridad interna de Filipinas han aumentado, por lo que el Ministerio exigirá un incremento significativo del presupuesto de Defensa el próximo año.

Por otra parte, el papel ejercido por la Policía del país en la lucha contra las drogas, que fue puesta en marcha hace siete meses por Duterte, consistirá únicamente en asistir a la Agencia Antidrogas filipina en situaciones hostiles.

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