MANILA, 28 Abr. (Reuters/EP) -
Filipinas debate con Indonesia y Malasia la posibilidad de coordinar patrullas navales en sus fronteras marítimas en el sur para proteger el transporte marítimo de posibles ataques y secuestros por parte de milicianos islamistas, según ha informado este jueves el ministro de Asuntos Exteriores, José René Almendras.
Los islamistas, cuyo botín asciende ya a los 9 millones de euros en rescates, decapitaron este lunes a un canadiense que formaba parte de un grupo de 24 rehenes entre los que aún se encuentran japoneses, noruegos, holandeses y filipinos. Indonesia, por su parte, está tratando de liberar a 14 ciudadanos y cuatro marineros que han sido retenidos en un remolcador por el grupo islamista de Abú Sayyaf.
José René Almendras ha comunicado a los filipinos su intención de proponer una acción coordinada, aunque separada, de las patrullas en aras de identificar rutas por las que los barcos puedan navegar con seguridad.
La semana pasada, Indonesia instó a formar patrullas con Filipinas y Malasia, las cuales incluirían navíos de las tres Armadas y podrían atravesar las aguas territoriales de las naciones involucradas. La reunión para tratar los detalles sobre esta posible cooperación tendrá lugar, según lo previsto, el 5 de mayo en Yakarta.
"Se trata de una cuestión de seguridad", ha comentado Almendras a Reuters tras firmar un acuerdo con Corea del Sur sobre un préstamo para la creación de infraestructuras.
"Son patrullas coordinadas. Nosotros nos encargaremos de las nuestras y ellos de las suyas en sus aguas territoriales. De esta manera, acabaremos con las amenazas en relación a los movimientos marítimos y evitaremos los secuestros de marineros", ha añadido.
Dos puertos indonesios utilizados para la exportación de carbón han bloqueado barcos con destino a Filipinas y al estado malasio de Sabah por motivos de seguridad.
El incremento en el número de ataques marítimos ha afectado el comercio del carbón entre Indonesia, mayor exportador de carbón térmico, y Filipinas, que confía en Yakarta para el 70 por ciento de las importaciones de carbón.
Los rebeldes de Abú Sayyaf, conocidos por los secuestros, decapitaciones, extorsiones y atentados con bomba, constituyen uno de los grupos terroristas más peligrosos del sur de Filipinas, país de mayoría cristiana.
El presidente filipino, Benigno Aquino, ha prometido dedicarse a esta cuestión durante el tiempo que le queda en el cargo. Este martes, se ha llevado a cabo un bombardeo en la isla de Jolo que ha acabado con la vida de 14 rebeldes, según un portavoz del Ejército.
Desde 2006, Estados Unidos ha aportado unos 200 millones de dólares en ayuda militar para reforzar las fuerzas navales de los tres países del sureste asiático para combatir la piratería.