MANILA, 19 Jul. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Filipinas ha cancelado este miércoles las negociaciones con los rebeldes maoístas, cuya celebración estaba prevista para este fin de semana en Países Bajos, después del ataque perpetrado contra la Guardia Presidencial de Filipinas en un puesto de control en la localidad de Arakan, situada en la isla de Mindanao (sur), en el que ha muerto un miembro del cuerpo y han resultado heridos otros seis.
El asesor presidencial para la paz, Jesús Dureza, ha cancelado las negociaciones y ha informado a través de un comunicado de que "la situación actual no es la propicia para que se desarrollen las negociaciones de paz".
El presidente del país, Rodrigo Duterte, no estaba en la zona cuando se ha producido el ataque perpetrado por presuntos miembros de la guerrilla maoísta del Nuevo Ejército del Pueblo (NPA, por sus siglas en inglés), brazo armado del Partido Comunista de Filipinas (CPP). El Gobierno de Filipinas y el Frente Democrático Nacional (FDN) --que representa al CPP y a su brazo armado en las negociaciones-- acordaron en abril un nuevo alto el fuego interino en el marco de la nueva ronda de conversaciones.
El ataque ha tenido lugar apenas un día después de que Duterte reclamara al Congreso que prorrogue hasta final de año la ley marcial impuesta en la isla de Mindanao el 23 de mayo, después de que miembros del grupo Maute --vinculado al grupo terrorista Estado Islámico-- se hicieran con el control de parte de la localidad de Marawi. El grupo Maute entró en la ciudad en un aparente intento por esconder al líder de Abú Sayyaf, Isnilon Hapilon, quien fue designado por el autodenominado Estado Islámico como 'emir' del grupo en el país asiático.
Según el jefe del Estado Mayor de Filipinas, Eduardo Ano, unos documentos obtenidos por el Ejército muestran que los líderes rebeldes maoístas ordenaron intensificar los ataques después de que se impusiera la ley marcial en Mindanao el 23 de mayo.