MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
El jefe del Estado Mayor de Filipinas, Eduardo Año, ha explicado este viernes que el Gobierno de Rodrigo Duterte está considerando la posibilidad de incluir al grupo Maute, integrado por antiguos miembros de la guerrilla del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN) y combatientes extranjeros, podría incluirse en la lista de organizaciones terroristas internacionales.
"Tenemos una recomendación para que el grupo Maute sea considerada organización terrorista internacional", ha señalado Año en una entrevista concedida a la cadena GMA.
No obstante, ha recordado que ha sido el propio presidente, Rodrigo Duterte, quien ha vinculado al grupo con el autodenominado Estado Islámico.
"Los oficiales de seguridad me han advertido de que los extremistas están intentando establecer un califato en Filipinas", ha declarado Duterte en el discurso que ha pronunciado en la ciudad de Iligan, cerca de Marawi, y en plena declaración de ley marcial en Mindanao.
El procurador general de Filipinas, Jose Calida, ya aseguró el viernes que lo que está ocurriendo en la región de Mindanao, donde la insurgencia del grupo Maute se ha apostado en un aparente intento por esconder al líder de Abú Sayyaf, Isnilon Hapilon, ya no es una "rebelión" nacional, sino que se trata de una "invasión de terroristas extranjeros".
En rueda de prensa desde la ciudad de Dávao tras el consejo de ministros del jueves, Calida ha recordado que Estado Islámico nombró a Hapilon 'emir' del grupo en el país del sudeste asiático.
"Lo que está ocurriendo en Mindanao ya no es una rebelión de ciudadanos filipinos. Se ha transformado en una invasión de terroristas extranjeros que, en algún momento, escucharon la llamada de Estado Islámico para ir a Filipinas si tenían dificultades para llegar a Irak o Siria", agregó.
La ciudad de Marawi está asediada, principalmente, por integrantes de Maute en un aparente intento por esconder al líder del grupo insurgente Abú Sayyaf, Isnilon Hapilon, nombrado por el propio Estado Islámico 'emir' del grupo en el país del sudeste asiático.
La declaración de la ley marcial de Duterte responde a la muerte de al menos siete soldados en un enfrentamiento registrado el pasado martes entre Ejército y Maute, quien además secuestró, esa misma noche, a un sacerdote católico, a dos de sus ayudantes y a una decena de feligreses en la mencionada ciudad.
Según el portavoz de las Fuerzas Armadas de Filipinas, las autoridades habrían recibido "información creíble" de que Hapilon se encontraba en Marawi con su "séquito", en referencia al grupo Maute.
El portavoz de la primera división de infantería del Ejército, Jo-Ar Herrera, aseguró el jueves que, según los datos de Inteligencia recibidos, Hapilon todavía sigue en la ciudad.
El presidente dijo el pasado mes de abril que Hapilon podría haber muerto en un bombardeo realizado el pasado mes de enero, cuando las Fuerzas Armadas anunciaron que 15 terroristas que acompañaban a Hapilon habían muerto en un bombardeo aéreo. Lorenzana confirmó entonces que el líder insurgente había resultado herido de gravedad.
Hapilon se encuentra además en la lista de más buscados del FBI por su papel en el secuestro de 17 filipinos y tres estadounidenses. Sobre él pesa una recompensa de cinco millones de dólares.