MANILA, 23 Feb. (Reuters/EP) -
El ministro de Exteriores de Filipinas ha asegurado que defenderá la guerra contra las drogas del presidente filipino, Rodrigo Duterte, ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y ha negado por completo la supuesta implicación del Gobierno en las miles de muertes que se han producido de manera extrajudicial en el marco de la campaña contra el narcotráfico.
Más de 7.700 personas han muerto desde que Duterte lanzó su campaña contra el narcotráfico en Filipinas en junio del año pasado. Las autoridades alegan que sólo 2.500 muertos han sido a causa de las operaciones policiales, pero muchas ONG y agencias internacionales denuncian que el Gobierno ha estado llevando a cabo ejecuciones extrajudiciales. La Policía acusa de estas muertes a bandas criminales.
Este jueves, el ministro de Exteriores filipino, Perfecto Yasay, ha asegurado que defenderá la postura del Gobierno contra el narcotráfico ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, compuesto por 47 países.
"Nuestro sistema judicial no tolera ningún tipo de violaciones de los Derechos Humanos y, por supuesto, no permite ningún tipo de ejecuciones extrajudiciales supuestamente patrocinadas por el Gobierno", ha explicado Yasay. "Eso no ocurre, es la verdad", ha añadido.
El pasado enero, Duterte desmanteló varias unidades especiales de la Policía antidrogas después de que un hombre de negocios surcoreano fuese encontrado muerto en el interior de la oficina central de la Policía de Manila. No obstante, el mandatario filipino ha prometido que continuará con su guerra contra las drogas hasta el último día de su mandato.