Actualizado: viernes, 17 junio 2016 6:51


MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Ejército filipino ha desplegado al menos diez batallones, conformados por un total de 5.000 soldados, en la provincia de Joló en la ofensiva del Gobierno contra el grupo islamista Abú Sayyaf, poco después de que decapitara a un rehén canadiense tras no recibir el rescate que exigían por él.

El portavoz del Comando de Mindanao Occidental, Filemon Tan, ha confirmado que todos los recursos de tierra, agua y aire se han puesto a disposición para las operaciones en Joló, una zona selvática considerada bastión del grupo.

A pesar del tamaño del despliegue, Tan es reacio a calificar esta operación de "gran escala". "Nos enfocamos en áreas que sabemos que apoyan al grupo Abú Sayyaf", ha indicado. "Iremos a las comunidades que se sabe que ofrecen refugio a los bandidos", ha añadido.

"Hay objetivos seleccionados. Estos bandidos tienen familiares que les esconden entre la población", ha confirmado, tal y como ha informado el diario 'Inquirer'.

No obstante, el grupo ya ha advertido de que no le pondrá fácil al Gobierno su localización. El portavoz de Abú Sayyaf, Abú Raami, ha recordado en una entrevista telefónica con este diario que conocen muy bien el terreno.

En este sentido, Raami ha insistido en que cada vez que hay una operación militar aérea cerca de ellos, "corren para esconderse, apagan todas las comunicaciones y se esconden".

Este lunes, el grupo decapitó al canadiense Robert Hall después de haber exigido por él y otros dos rehenes, el noruego Kjartan Sekkingstad y la filipina Marites Flor, 600 millones de pesos (unos 11 millones de euros). El pasado mes de abril, el grupo ya había ejecutado a John Ridsel, otro canadiense que fue secuestrado junto al resto el pasado mes de septiembre.

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