MADRID 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Filipinas ha dicho este lunes que el incidente marítimo con Pekín del 17 de junio en el mar de China Meridional, en el que uno de sus soldados perdió un dedo, fue un "acto deliberado", endureciendo así el tono días después de que afirmara que lo ocurrido aquel día podría tratarse de un "malentendido".
El ministro de Defensa, Gilberto Teodoro, ha acusado a China de haber llevado a cabo aquel día un "uso agresivo e ilegal de la fuerza", con el fin de impedir la misión de las autoridades filipinas", que no era otra que la de reabastecer el puesto de control que mantiene en el atolón Second Thomas, epicentro de la disputa.
"Hemos llegado a la conclusión de que no fue un malentendido ni un accidente", ha dicho Teodoro, después de que el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr, se reuniera este fin de semana con los militares que se vieron involucrados en dicha disputa, informar el diario 'Philippine Daily Inquirer'.
"No estamos restando importancia al incidente. Fue un uso agresivo e ilegal de la fuerza", ha remarcado Teodoro, quien ha asegurado que Filipinas, "como Estado responsable", seguirá buscando "soluciones pacíficas" para resolver esta cuestión, en sintonía así con las declaraciones del fin de semana del presidente Marcos Jr.
Teodoro también ha adelantado que no publicarán calendario sobre cuándo y de qué manera enviará misiones de reabastecimiento del puesto de control situado en el Second Thomas, tal y como aseguró el secretario del Gobierno, Lucas Bersamin, quien habló de "malentendido", evitando calificar lo ocurrido como un "ataque armado".
En respuesta a estas declaraciones de Teodoro, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha insistido en que la zona en disputa es territorio de Pekín y ha instado a Manila a "retomar el camino de la negociación" a fin de "salvaguardar la paz y la estabilidad" en la región.