MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Filipinas y el Frente Democrático Nacional (FDN) --que representa al Partido Comunista de Filipinas (PCF) y a su brazo armado, el Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), en las negociaciones-- han acordado este martes un nuevo alto el fuego interino en el marco de la nueva ronda de conversaciones, que ha arrancado esta semana en Países Bajos.
Durante la cuarta ronda del diálogo, el representante del Ejecutivo de Rodrigo Duterte, Silvestre Bello III, y el portavoz del PCF, Jose Sison, han acordado un alto el fuego interino mientras discuten las condiciones que se incluirán en el acuerdo definitivo de una tregua bilateral.
"Damos la bienvenida a la sinceridad del FDN por comprometerse a forjar en esta ronda de conversaciones un acuerdo de un alto el fuego conjunto de forma interina que nos acompañe durante el proceso de negociación de paz", ha señalado Bello, según declaraciones recogidas por el diario 'Phil Star'.
Durante este período de tregua, ambas partes debatirán acerca de la recaudación de impuestos revolucionarios por parte del NEP, de actos hostiles, de refuerzo de fuerzas militares y NEP y de la liberación de presos políticos. Por su parte, el portavoz del FDN, Fidel Agcaoili, ha subrayado que no se debe perseguir el alto el fuego como finen sí mismo ya que "las treguas, unilaterales, bilaterales o conjuntas, sólo son un medio para alcanzar un fin".
El Gobierno y la guerrilla comunista acordaron retomar las conversaciones de paz y restaurar la tregua tras varias semanas de enfrentamientos después de que el NEP pusiera fin al alto el fuego el 10 de febrero.
"El alto el fuego unilateral es un preludio a un alto el fuego bilateral interino, para el que son necesarios más encuentros entre las partes para determinar y acordar los términos y mecanismos", argumentó el Gobierno.
Los rebeldes maoístas anunciaron a principios de enero el fin del alto el fuego con el Gobierno a partir del 10 de febrero, acusando al presidente de incumplir los términos del acuerdo.
"El Gobierno no ha cumplido con su obligación de amnistiar y liberar a todos los presos políticos", resaltó el portavoz del NEP, Ka Oris, recordando que las liberaciones debían haber tenido lugar 60 días después del anuncio del alto el fuego, el 28 de agosto de 2016.
En respuesta, el mandatario aseguró que las exigencias de los rebeldes en cuanto a la liberación de presos políticos son "irracionales".
"Ya hice todo lo necesario para liberar a sus líderes y ahora me piden que libere a otros 400 presos políticos (...). No soy el dueño de la República de Filipinas, no decido solamente yo, tengo que consultar con el pueblo y los militares", argumentó.
El NEP, brazo armado del partido comunista integrado por unos 3.000 hombres, opera principalmente en el este y el sur de Filipinas.
El alto el fuego fue pactado en Oslo como parte de un acuerdo que tiene como objetivo acelerar el proceso de paz y acabar con un conflicto que comenzó hace más de 50 años y que se ha cobrado la vida de alrededor de 40.000 personas.