MADRID, 26 May. (EUROPA PRESS) -
El procurador general de Filipinas, Jose Calida, ha asegurado este viernes que lo que está ocurriendo en la región de Mindanao, donde la insurgencia del grupo Maute se ha apostado en un aparente intento por esconder al líder de Abú Sayyaf, Isnilon Hapilon, ya no es una "rebelión" nacional, sino que se trata de una "invasión de terroristas extranjeros".
En rueda de prensa desde la ciudad de Dávao tras el consejo de ministros del jueves, Calida ha recordado que Estado Islámico nombró a Hapilon 'emir' del grupo en el país del sudeste asiático.
"Lo que está ocurriendo en Mindanao ya no es una rebelión de ciudadanos filipinos. Se ha transformado en una invasión de terroristas extranjeros que, en algún momento, escucharon la llamada de Estado Islámico para ir a Filipinas si tenían dificultades para llegar a Irak o Siria", ha agregado.
Por su parte, el portavoz de las Fuerzas Armadas de Filipinas, Restituto Padilla, ha confirmado las declaraciones de Calida y ha explicado que en el grupo de insurgentes que han participado en los ataques de la ciudad de Marawi había combatientes extranjeros, entre ellos malasios e indonesios.
"En los enfrentamientos que se han estado registrando en Marawi continuamente verificamos las bajas. Hay información creíble que hemos recibido y que confirma la muerte de 12 integrantes del grupo (Maute) y en torno a la mitad eran extranjeros", ha señalado Padilla, según declaraciones recogidas por la cadena filipina GMA.
Entretanto, Calida ha indicado que también hay ciudadanos de Singapur entre los participantes en los asaltos de la ciudad, ubicada en la región en la que el presidente, Rodrigo Duterte, ha declarado la ley marcial.
Más de 30 integrantes del grupo Maute, integrado por antiguos miembros de la guerrilla del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN) y combatientes extranjeros, han muerto desde que se iniciaron los combates en la ciudad, según el último balance ofrecido por el Mando del Mindanao Occidental de Filipinas (WESMINCOM).
En un comunicado, el WESMINCOM ha señalado que 13 de ellos murieron en un enfrentamiento que duró tan sólo dos horas el jueves por la mañana en un operativo del Gobierno para expulsar a los milicianos de dos puentes, según la cadena ABS-CBN.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha declarado la ley marcial en la región de Mindanao, donde han muerto al menos siete soldados en un enfrentamiento entre Ejército y Maute, quien además secuestró, el martes por la noche, a un sacerdote católico, a dos de sus ayudantes y a una decena de feligreses en la ciudad de Marawi.
El secuestro, del que no se supo nada hasta el miércoles, tuvo lugar en medio de los enfrentamientos en la ciudad, en la que se cree que está escondido Isnilon Hapilon, líder del grupo insurgente Abú Sayyaf y de Estado Islámico en Filipinas.
HAPILON, EN MARAWI
Según el portavoz de las Fuerzas Armadas de Filipinas las autoridades habrían recibido "información creíble" de que Hapilon se encontraba en Marawi con su "séquito", en referencia al grupo Maute.
El portavoz de la primera división de infantería del Ejército, Jo-Ar Herrera, ha asegurado que, según los datos de Inteligencia recibidos, Hapilon todavía sigue en la ciudad.
El presidente dijo el pasado mes de abril que Hapilon podría haber muerto en un bombardeo realizado el pasado mes de enero, cuando las Fuerzas Armadas anunciaron que 15 terroristas que acompañaban a Hapilon habían muerto en un bombardeo aéreo. Lorenzana confirmó entonces que el líder insurgente había resultado herido de gravedad.
Hapilon se encuentra además en la lista de más buscados del FBI por su papel en el secuestro de 17 filipinos y tres estadounidenses. Sobre él pesa una recompensa de cinco millones de dólares.