MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha asegurado este martes que podría estar abierto a llevar a cabo exploración de los recursos en las islas en disputa ubicadas en el mar de China Meridional con otros países que también tienen sus demandas, como China o Vietnam.
Las declaraciones de Duterte llegan tan sólo dos días después de que el nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Alan Peter Cayertano, descartara que Manila fuera a llevar a cabo algún tipo de exploración conjunta en los territorios en disputa.
Duterte ha señalado, además, que no tiene previsto presionar a corto plazo sobre Pekín en torno al fallo que el Tribunal Permanente de Arbitraje (TPA) emitió hace algo menos de un año, con el que le dio la razón a Manila sobre la ausencia de base legal para que Pekín reclame derechos históricos sobre estas aguas.
"Si podemos conseguir algo allí sin molestar, ¿por qué no vamos a hacerlo?", ha indicado el presidente filipino en una rueda de prensa en la ciudad de Dávao, según ha recogido el diario 'Inquirer'.
En particular, al preguntarle acerca de las actividades de exploración conjunta en las aguas que rodean las islas Spratly con China y Vietnam, Duterte ha respondido: "Habrá que ver los recursos. Primero tengo que comprobar que no estaré en desventaja. Tiene que ser justo y equilibrado", ha afirmado.
Filipinas y China han iniciado esta semana una ronda de conversaciones con el objetivo de resolver su disputa en el mar de China Meridional. El enviado especial de Filipinas para el Diálogo Intercultural, José de Venecia Jr., propuso una exploración energética a tres bandas, entre Manila, Hanói y Pekín, una medida que podía promover la paz y el desarrollo económico.
Sin embargo, Cayetano rechazó, el mismo día, la propuesta de De Venecia, que calificó como una propuesta personal. "No significa que esa sea la dirección del Gobierno", explicó.
CHINA BUSCA EL CONSENSO
China ha celebrado este martes la perspectiva adoptada por el mandatario filipino que aboga por el diálogo y la cooperación para abordar la cuestión del mar de China Meridional.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, ha señalado que esta postura confirma el consenso alcanzado entre el presidente del gigante asiático, Xi Jinping, y Duterte sobre la cuestión del mar de China Meridional, según ha recogido la cadena ABS-CBN.
Pekín y Manila celebrarán su primer encuentro sobre el mecanismo de consulta bilateral en torno a la cuestión de las aguas en disputa este viernes. Este mecanismo consiste en una "nueva propuesta" para celebrar una consulta sobre un mecanismo "específico" para el mar de China Meridional. Ambas partes acordaron durante la vigésima ronda de consultas diplomáticas bilaterales, el pasado mes de enero, establecer este mecanismo.
Pekín ha trasladado a Manila su interés por reforzar la comunicación y el diálogo entre los dos países de manera que puedan gestionar sus diferencias, permitir la cooperación marítima y crear una "atmósfera favorable" para la cooperación práctica y, de este modo, mejorar las relaciones.
En julio de 2016, La Haya confirmó que no existe "base legal" para que Pekín "reclame derechos históricos sobre los recursos dentro de las áreas marítimas que entran en la 'línea de los nueve puntos'", en referencia a la línea de demarcación establecida en un mapa de 1947.
Pero el presidente filipino, elegido también el año pasado, ha quitado hierro a este fallo y ha tratado de acercarse al Gobierno chino, con quien pretende mejorar el comercio y de quien busca atraer la inversión.
BANDERA EN LA ISLA DE PAGASA/THITU
Duterte aseguró recientemente que tenía intención de izar la bandera nacional en la isla de Pagasa/Thitu, en las Spratly, decisión que luego revirtió, argumentando su "amistad" con el Gobierno de China, ya que una buena relación entre Pekín y Manila podrá ayudar a la paz, estabilidad y prosperidad en la región.
"Me gustaría corregirme a mí mismo. Dije que iría a la isla de Pagasa el próximo 12 de junio --el día que se celebra la independencia filipina-- para izar la bandera nacional", indicó Duterte desde Riad.
"Si cada jefe de Estado de las partes que se disputan en el mar de Filipinas Occidental --en referencia al mar de China Meridional, en el que se encuentran varias islas en disputa entre países de la región-- van allí e izan sus banderas, estaríamos en problemas", explicó.
Así, señaló que debido a su "amistad con China", no irá a la isla a izar la bandera. "No iré a ninguna de las islas. Quizás envíe a mi hijo, simplemente para demostrar que nuestra reivindicación es buena para todas las generaciones de filipinos", agregó.
La semana anterior, Duterte había dado al Ejército nacional la orden de fortificar todas las islas de la zona donde exista presencia filipina, en plena disputa con China, Taiwán, Malasia, Brunéi y Vietnam.
"Hemos intentado ser amigos de todo el mundo pero ahora tenemos que consolidar nuestra jurisdicción, al menos en las zonas que tenemos bajo nuestro control", declaró Duterte, si bien días después aseguró que no quería ninguna "guerra" con los países de la región.
Duterte se refiere a las llamadas islas Spratly, un archipiélago de 14 islas --del total de más de 250 en esas aguas--, ricas en gas natural. "Vamos a vivir en esas islas vacías que consideramos nuestras. Vamos a competir por ellas. Vamos a dejar claro que son nuestras", señaló. "Construiremos búnqueres o casas y almacenes para que podamos habitarlas", añadió.
CONTROL POR LAS ISLAS
La orden del presidente filipino llegó poco después de que China asegurara que había desplegado equipamiento de Defensa en las islas en disputa para mantener lo que denomina "libertad de navegación", matizando, no obstante, que no era un movimiento de "militarización" de las islas.
China ha estado construyendo instalaciones y estructuras en las islas artificiales de la zona que, según Estados Unidos, parecen diseñadas para albergar misiles tierra-aire de largo alcance.
Si bien la construcción de instalaciones de hormigón en los arrecifes de Subi, Mischief y Fiery Cross, en las islas Spratly, donde China ya ha instalado pistas de aterrizaje podría considerarse una escalada militar, Filipinas, que lleva años enfrentado con China por el control de estas aguas, ha asegurado que la construcción de islas artificiales no suponen una preocupación.
China reclama casi todas las aguas en disputa, por las que pasan un tercio del tráfico marítimo mundial. Brunéi, Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam también tienen sus propias demandas.