MANILA 24 Abr. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Filipinas se ha disculpado formalmente ante el de Kuwait por "rescatar" a varios trabajadores inmigrantes filipinos de las viviendas de sus jefes kuwaitíes, medida que el Ejecutivo kuwaití ha considerado como una violación de su soberanía.
El ministro de Asuntos Exteriores filipino, Alan Peter Cayetano, ha defendido que la Embajada se ha visto obligada a "ayudar" a algunos inmigrantes filipinos para abandonar sus trabajos dado que, en algunos casos, las situaciones en las que se encontraban eran cuestión de vida o muerte. Esto impedía a las autoridades filipinas esperar a que las autoridades locales actuaran.
Actualmente, 600 inmigrantes filipinos se encuentran alojados en viviendas gestionadas por la Embajada de Filipinas en Kuwait y otros 120 quieren ser "rescatados", según Cayetano. Esta acción del Ejecutivo filipino ha provocado que las autoridades kuwaitíes hayan convocado al embajador filipino y hayan arrestado a dos trabajadores de la Embajada implicados en los "rescates".
Sin embargo, las tensiones entre ambos países parecen haberse disipado. Según ha explicado el ministro, el embajador kuwaití en Filipinas se ha reunido con el presidente filipino, Rodrigo Duterte. "Vamos a enviar un mensaje a mi homólogo y nos vamos a disculpar por determinados incidentes que Kuwait ha interpretado como violaciones de su soberanía", ha explicado Cayetano.
Según el representante filipino, las autoridades filipinas han acordado con las kuwaitíes la aplicación de ciertas medidas para evitar que se repitan episodios de tensión diplomática parecidos al acontecido durante los últimos días.
Durante la semana pasada, se filtraron a la prensa los relatos de las "operaciones de rescate" llevadas a cabo por las autoridades filipinas en Kuwait y las presiones del embajador filipino a los jefes de los inmigrantes para obligarles a pagar a sus trabajadores lo que se les debía, incluyendo un pasaje de avión de vuelta a su hogar.
Kuwait y Filipinas han estado trabajando en un acuerdo para proteger a los inmigrantes filipinos en Kuwait después de que, en enero de 2018, las autoridades filipinas prohibiesen el envío de trabajadores a Kuwait después de que saliesen a la luz varios casos de abuso que habían llevado al suicidio a inmigrantes filipinos.
Manila impuso la prohibición después de que las autoridades kuwaitíes encontraran el cuerpo sin vida de una trabajadora doméstica filipina en un frigorífico en Kuwait. Según el Gobierno de Duterte, ese fue el último de una larga lista de sucesos que mostraban un patrón de abuso a los filipinos por parte del país del Golfo.
Los trabajadores filipinos que emigran a región del Golfo Pérsico lo hacen bajo un marco legal que les obliga a ceder sus pasaportes a sus jefes y a permitirles que ejerzan un control absoluto sobre su estancia en el país. Los grupos de defensa de los Derechos Humanos han denunciado que el sistema 'kafala', tal y como se conoce a dicho marco legal, pone a millones de trabajadores en riesgo de sufrir explotación.
"Respetamos la soberanía y las leyes kuwaitíes, pero el bienestar de los trabajadores filipinos también es muy importante", ha declarado el ministro, añadiendo que los trabajadores domésticos suponen el 65 por ciento de los 260.000 inmigrantes filipinos en Kuwait.