MADRID, 18 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha ordenado este martes levantar parcialmente las restricciones impuestas en la región metropolitana de la capital, la Gran Manila, y las áreas colindantes a pesar de que el país se acerca a los 170.000 casos confirmados de coronavirus.
Tal y como ha informado, a partir del miércoles se reanudará el servicio de transporte público y se reabrirán los restaurantes en la Gran Manila y en las vecinas provincias de Bulacan, Cavite, Laguna y Rizal, donde se pondrán en marcha estrictas normas de seguridad e higiene.
El portavoz de Duterte, Harry Roque, ha especificado que otros sectores también podrán reanudar sus actividades "con capacidades reducidas", siempre teniendo en cuenta que las reuniones no deben superar nunca las diez personas.
"Necesitamos reabrir la economía al mismo tiempo que readaptamos nuestra respuesta a la COVID-19", ha manifestado Roque, que ha añadido que el Gobierno ha puesto en marcha nuevas medidas para realizar test, aislar a los infectados y tratar a los enfermos.
Duterte había decidido volver a imponer una cuarentena de dos semanas en Manila y las cuatro provincias colindantes después de que las autoridades alertaran de un retroceso en la lucha contra el virus, según informaciones de la cadena ABS-CBN.
Actualmente son 169.213 los casos confirmados de coronavirus desde el inicio de la pandemia y 2.687 los muertos. En el último día el Ministerio de Sanidad ha constatado otros 4.836 contagios. El país es ahora el más golpeado por la pandemia del sureste asiático.