El candidato de Los Republicanos al Elíseo, François Fillon, ha descartado este miércoles abandonar la carrera presidencial tras confirmar que ha sido citado por un juez para su imputación en relación con los supuestos empleos ficticios de su mujer, Penelope, y sus hijos. Fillon ha denunciado que en su caso no se está respetando la "presunción de inocencia" y ha criticado el hecho de que la citación el 15 de marzo se produzca "apenas unos días después de que se haya designado a los jueces y estos hayan podido conocer el asunto y realizar investigaciones suplementarias. El candidato del centro-derecha ha denunciado la celeridad con la que se está desarrollando este caso y ha insistido que sigue sin "reconocer los hechos" puesto que no ha "desviado dinero público". "He confiado, como cerca de un tercio de los parlamentarios, trabajos a mis familiares porque sabía que podía contar con su confianza y su competencia", ha defendido. En este sentido, ha recalcado que tanto su mujer como sus hijos le asistieron y "lo demostraré", por lo que se ha comprometido a presentarse ante los jueces y "les diré mi verdad, que es la verdad" y ha dicho que confía en la justicia pese a lo que se ha visto hasta ahora. Asimismo, ha denunciado que "el Estado de derecho ha sido constantemente violado" y no se le ha tratado "como un justiciable como los demás". Así las cosas, ha criticado el hecho de que los jueces le hayan citado para el 15 de marzo, tan solo dos días antes de que expire el plazo para la presentación de candidaturas, y ha considerado que lo que se busca que es "impedir que me presente a las elecciones presidenciales y, más allá de ello, impedir al centro y la derecha disponer de un candidato". Fillon ha sostenido que muchos de sus amigos políticos y de quienes le apoyaron en las primarias "hablan de un asesinato político". "Es un asesinato de hecho", ha afirmado, dejando claro que con el calendario fijado "no solo es a mí a quien asesinan sino a las elecciones presidenciales". En su opinión, con ello se niega su voz a millones de personas que desean "una verdadera alternancia y el proyecto de recuperación nacional" que él plantea. DEBEN DECIDIR LOS FRANCESES Por ello, y como ya hiciera tras saltar a la luz el escándalo sobre los supuestos empleos ficticios de su mujer, ha apelado a los franceses a seguir confiando en su inocencia. "Me pongo en manos del pueblo francés porque solo el sufragio universal y no un procedimiento judicial puede decidir quién será el próximo presidente de la República", ha recalcado. "No cederé, no me rendiré, no me retiraré, iré hasta el final porque más allá de mi persona es la democracia la que es desafiada. Os pido que me sigáis", ha instado a los franceses. "La voluntad soberana no puede ser anulada, aniquilada, destruida", ha sostenido. "No permitiré que la única opción que se nos dé sea la de la loca aventura de la extrema derecha o la continuación del 'hollandismo'", en referencia al presidente saliente, el socialista François Hollande, ha aseverado. "Francia es más grande que nosotros, es más grande que mis errores", ha añadido. Por ello, ha precisado, "me opondré con todas mis fuerzas a que el azar o el cálculo decidan el futuro de los franceses en el momento de una consulta decisiva" como son las elecciones presidenciales. "Mi voluntad de servir es mayor que las acusaciones que hay en mi contra", ha asegurado el exprimer ministro, pidiendo a sus partidarios que resistan igual que lo están haciendo él, su familia y su partido. "Sí, seré candidato a la Presidencia de la República y de estas pruebas sacaremos el impulso que nos hace falta para ganar y para recuperar el país", ha remachado. ÚLTIMO SONDEO El último sondeo publicado este miércoles por Opinionway, le sitúa en tercera posición en la primera vuelta, con el 21 por ciento de los votos, por detrás de la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, con el 25 por ciento, y el exministro Emmanuel Macron, con el 24 por ciento. En la segunda vuelta del 7 de mayo, tanto Macron como Fillon se impondrían a Le Pen. El primero, por 63 frente al 37 por ciento de los votos, y el segundo por 60 frente a 40 por ciento.