MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
Una filtración de más de 11 millones de documentos de un bufete de abogados panameño revela la implicación de políticos, empresarios y personalidades de todo el mundo en empresas radicadas en paraísos fiscales y que podrían haber servido para evadir impuestos.
Entre los nombres incluidos están jefes de Estado en el cargo como el presidente argentino, Mauricio Macri; el de Ucrania, Petro Poroshenko, o el rey saudí, Salman bin Abdulaziz. También hay gente del círculo más cercano al presidente ruso, Vladimir Putin; del presidente sirio, Basshar al Assad, o del difunto líder libio, Muamar Gadafi. En total hay 72 jefes o exjefes de Estado que con estas empresas evadían impuestos, lavaban dinero y evitaban sanciones, según la investigación.
En Argentina está el nombre de Macri, pero también el del exsecretario pivado de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz, y otros funcionairios 'kirchneristas' o el del futbolista Lionel Messi.
Macri, junto a su padre y su hermano, eran administradores de Fled Tranding Ltd, constituida en Bahamas en 1998 y disuelta en 2009. Siendo alcalde de Buenos Aires, Macri no sacó a la luz su vinculación con Fled Trading en sus declaraciones patrimoniales de 2007 y 2008, pero sí declaró una cuenta bancaria de Merrill Lynch en Estados Unidos que contenía 2,9 millones de dólares en 2007 y 1,9 millones en 2008. Además, declaró 158.000 dólares en activos en el extranjero en 2008 sin especificar su origen ni ubicación.
El portavoz de Macri, Ivan Pavlosky, ha respodido que el presidente no declaró Fled Tranding Ltd como activo porque no tenía ninguna participación de capital en ella.
Por otra parte, el que fuera secretario privado y hombre de confianza del expresidente argentino Néstor Kirchner, Daniel Muñoz, está vinculado a Gold Black, una sociedad constituida en las Islas Vírgenes Británicas en 2010 para invertir en el sector inmobiliario estadounidense. El origen de los fondos de la sociedad son declarados como "ahorros personales".
EMPRESAS PANTALLA EN EL ENTORNO DE PUTIN
Otro de los casos más llamativos es el de Bank Rossiya, un banco incluido en la lista de sanciones de Estados Unidos y la UE tras la anexión rusa de Crimea. El banco enviaba dinero a empresas de paraísos fiscales, dos de ellas propiedad de uno de los hombres más cercanos a Putin, Sergei Roldugin, padrino de su hija María.
Roldugin ha ganado cientos de millones de dólares a través de una empresa pantalla que busca "proteger la identidad y confidencialidad del beneficiario y propietario último de la empresa", según uno de los documentos de la entidad que está a nombre de Roldugin.
También ha surgido el nombre del primer ministro islandés, Sigmundur Gunnlaugsson, titular de una empresa acreedora de los bancos islandeses en bancarrota. Gunnlaugsson y su esposa compraron la empresa Wintris en 2007, pero no lo declaró cuando fue elegido diputado, en 2009, y vendió su participación en la empresa a su esposa por un dólar ocho meses después.
Tras conocerse estos datos ha crecido el clamor para que Gunnlaugsson dimita, aunque asegura que no ha incumplido ninguna ley y que su esposa no se ha beneficiado en modo alguno de sus decisiones como cargo político. La empresa, a nombre de un testaferro, maneja millones de dólares de su fortuna familiar.
FILTRACIÓN A UN DIARIO ALEMÁN
El origen de la filtración es el bufete panameño Mossack Fonseca y afecta a 200.000 empresas, aproximadamente dos tercios de las firmas que gestiona Mossack Fonseca. Una fuente anónima entregó la documentación al periódico alemán 'Süddeutsche Zeitung', quien los compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, que agrupa a 107 empresas informativas de 78 países.
"Creo que esta filtración será probablemente el mayor golpe de la historia al mundo de los paraísos fiscales debido a la amplitud de los documentos", ha destacado el director del Consorcio, Gerard Ryle.
En respuesta a estas revelaciones, Mossack Fonseca argumenta que la empresa "está siendo erróneamente involucrada con temas en los que no tenemos injerencia alguna". "Todas nuestras oficinas mantienen los más altos estándares de debida diligencia cumpliendo con todas las normas internacionales", argumenta.