TOKIO 25 May. (Reuters/EP) -
Los inmigrantes que llevan dos semanas en huelga de hambre en protesta por las condiciones que padecen en los centros de detención en Japón han decidido poner fin a su protesta y confían en recibir un mejor tratamiento, según ha informado un responsable gubernamental japonés, que ha subrayado que no se cambiará la política en relación a los inmigrantes.
Activistas y detenidos sostienen que las malas condiciones de los centros de reclusión de inmigrantes de Japón han provocado graves problemas de salud mental en algunos de los arrestados e incluso su muerte. Desde 2006, trece personas han muerto en estos centros, la última en marzo.
El 9 de mayo, unos 20 hombres recluidos en el Centro Regional de Inmigración de Tokio se pusieron en huelga de hambre para protestar por el trato inhumano que consideran que reciben y por continuar detenidos en esas instalaciones, según han contado activistas y detenidos.
En el momento más álgido de la protesta, la huelga de hambre llegó a ser secundada por unos 100 detenidos, entre solicitantes de asilo e inmigrantes recluidos en el centro de Nagoya, situado en el suroeste de Tokio.
Los últimos detenidos que pusieron fin a su protesta lo han hecho esta semana comenzando a ingerir alimentos porque ya habían alcanzado sus límites físicos y porque querían comprobar si las autoridades han respondido de forma positiva a su protesta, que ha captado la atención de los medios de comunicación.
"Los detenidos en el centro de inmigración de Tokio han puesto fin a su huelga de hambre porque sus condiciones de salud, físicas y mentales habían empeorado", ha explicado en rueda de prensa Mitsuru Miyasako, líder del grupo de activistas Asociación de Liberación Provisional. .
"Sienten que han llegado a sus límites físicos... También quieren ver si las autoridades de inmigración cambiarán su actitud después de que su protesta haya sido difundida ampliamente por los medios de comunicación", ha señalado.
Shigeki Otsuki, un responsable del Ministerio de Justicia que supervisa los centros de detención de inmigrantes, ha confirmado que la huelga de hambre ha terminado y ha subrayado que las autoridades ya están haciendo lo posible por mejorar las condiciones de reclusión.
"Continuaremos respondiendo adecuadamente como hemos hecho en el pasado. No cambiaremos nada en particular", ha afirmado Otskudi, en declaraciones a Reuters. Cuatro de los detenidos fueron hospitalizados por la huelga de hambre, uno de los cuales se había tragado una cuchilla y se causó una herida que puso en peligro su vida, según ha asegurado un parlamentario que ha recibido información de las autoridades. Los cuatro hospitalizados volvieron a ser detenidos cuando terminó su hospitalización.
Uno de los detenidos, en declaraciones a Reuters en el interior del centro de inmigrantes en el que permanece recluido en Tokio, ha dicho que podría haber más protestas de arrestados. "Si no hay cambios, puede que lo hagamos de nuevo", ha afirmado.
Una investigación realizada en 2016 por Reuters sobre la muerte de un ciudadano de Sri Lanka en el centro de detención de inmigrantes de Tokio reveló serias deficiencias en materia de tratamiento médico y en la supervisión del sistema de detención.
Un responsable gubernamental ha dicho que la Oficina de Inmigración estudiará un aumento del personal médico. En abril, un médico comenzó a trabajar en los de entre semana en el Centro de Inmigración de Japón Este, en el que murió un inmigrante vietnamita en marzo, aunque todavía no hay servicio médico las 24 horas del día.