HELSINKI 22 Ago. (Reuters/EP) -
Finlandia, que cuenta con una larga frontera terrestre con Rusia y que mantuvo una estricta neutralidad durante la Guerra Fría, se encuentra en mitad de las negociaciones para llegar a un acuerdo en materia de Defensa con la OTAN, según ha declarado el ministro de Defensa este lunes.
El ministro de Defensa, Jussi Niinisto, ha aclarado que el acuerdo, que se negocia en un momento en el que las tensiones por la actividad militar de Rusia han aumentado de forma considerable en la región, no incluirá las obligaciones militares que implica unirse a la OTAN. "Cubrirá áreas en las que ya trabajamos juntos, como entrenamiento militar, información compartida e investigación", ha explicado Niinisto.
Finlandia, que tiene una frontera de más de 1.300 kilómetros con Rusia, participó por vez primera en una cumbre de la OTAN el pasado mes de julio, como muestra de su apoyo a las políticas del Tratado del Atlántico Norte.
No obstante, Helsinki es plenamente consciente de que cualquier tipo de intento de formar parte de la OTAN provocaría un grave deterioro de sus relaciones con Moscú. El presidente ruso, Vladimir Putin, ya ha insinuado en varias ocasiones que acercará sus tropas a la frontera con Finlandia en el caso de que se una a la OTAN.
Niinisto ha añadido que Finlandia, que formó durante siglos parte del Imperio Ruso y que comparte muchas tradiciones culturales con su gigantesco vecino, pretende firmar el acuerdo antes de que finalice el mandato del actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Las elecciones norteamericanas tendrán lugar el próximo 8 de noviembre.
"Es una de las razones para hacerlo este otoño. Pero estoy seguro de que seguiremos trabajando juntos sea cual sea el candidato que gane", ha apuntado el ministro.
La preocupación sobre el aumento de la actividad militar de Rusia se ha disparado en los países nórdicos --Finladia, Suecia y Noruega-- y en las antiguas repúblicas soviéticas del Báltico --Lituania, Estonia y Letonia-- desde que las tropas rusas ocuparon en 2014 la península de Crimea, en territorio ucraniano. Moscú, por su parte, niega ser una amenaza y acusa a la OTAN de tener "ambiciones expansionistas"