HELSINKI 12 Nov. (Reuters/EP) -
Finlandia se ha convertido en el primer país del mundo en dar una licencia de construcción para un almacén de residuos nucleares subterráneo y permanente, según ha informado este jueves el Gobierno.
Los habitantes de la isla de Olkiluoto, en el oeste de Finlandia, han aprobado el plan de la empresa Posiva Oy de construir una planta de encapsulado de combustible nuclear y una instalación de eliminación de residuos.
Hasta 6,500 toneladas de uranio podrían ser depositados en la instalación, a unos 450 metros bajo la superficie en una estructura de granito. Se estima que estaría operativo desde aproximadamente 2023.
"Este es un enorme paso para nosotros. Hemos hecho trabajos de investigación y desarrollo para más de 40 años", ha afirmado el director ejecutivo de Posiva, Janne Mokka. Suecia tiene planes similares, pero la empresa ha asegurado que va unos años por detrás de Finlandia.
En el proceso de eliminado de Posiva, los residuos serán empaquetados en botes de cobre y trasladado por túneles hasta agujeros de deposito tapados con bentonita. La construcción se espera que cueste poco menos de mil millones de euros, y 3.800 millones de euros si se incluyen los costes operacionales para 100 años.
RECUPERACIÓN DE RESIDUOS
Antes de que el almacén este en funcionamiento, Posiva debe volver a analizar los impactos medioambientales, entre los que se incluyen la capacidad para recuperar los residuos nucleares si es necesario, así como los riesgos de transporte.
"La seguridad a largo plazo del almacén final es un asunto de gran importancia. Debe ser controlado a través del servicio en directo de la instalación", ha explicado el ministro de Economía, Olli Rehn.
Posiva es propiedad de Fortum y TVO, cuyos propietarios a su vez incluyen los grupos forestales UPM-Kymmene y Stora Enso. TVO tiene dos reactores en Olkiluoto y está construyendo un tercero, el cual va retrasado nueve años con respecto de su previsión original; mientras que Fortum tiene dos unidades en el sur del país.
El mundo tiene 270.000 toneladas de combustible usado almacenado, la mayoría, bajo las aguas de estanques en estaciones de energía nuclear. A esto, se añade la urgencia de encontrar una solución de almacenamiento permanente para el material que sigue siendo tóxico durante cientos de años.