MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -
La Federación Internacional de Periodistas (FIP) ha condenado este martes la detención en Burundi del periodista Claude Nshimirimana, quien ha sido acusado por las autoridades de "mantener un encuentro clandestino".
Nshimirimana, que trabaja para la Radiotelevisión Nacional de Burundi (NRTB), fue arrestado el domingo y se encuentra encarcelado en Kabezi, una localidad situada a 15 kilómetros de la capital, Buyumbura.
El secretario general de la FIP, Anthony Bellanger, ha criticado que la intimidación y acoso a periodistas en Burundi se ha convertido en "generalizada". "Los periodistas burundeses han estado sometidos a un patrón sistemático de represión e intimidación desde 2015", ha dicho.
"El Gobierno ha empleado tácticas arbitrarias para forzar a los periodistas a someterse, lo que ha derivado en una situación en la que muchos periodistas se han visto forzados a huir al exilio, mientras que los que siguen en el país se autocensuran", ha lamentado.
Por su parte, el Sindicato de Periodistas de Burundi (UBJ) ha tildado de "arbitraria" la detención de Nshimirimana. "Reclamamos su liberación inmediata ya que la supuesta razón de su arresto (...) es pura fantasía. Claude estaba haciendo 'jogging' en una carretera", ha señalado.
En esta misma línea se ha expresado el presidente de la Federación de Periodistas Africanos (FAJ), Ibrahim Alrizagi, quien ha apuntado que los periodistas del país "han estado sometidos a un acoso que les ha denegado la oportunidad de buscar, recibir y diseminar información de forma pacífica".
Las autoridades del país africano han tomado medidas coercitivas contra diversos medios en los últimos meses, y en marzo retiraron la licencia de emisión a la británica BBC y prohibieron a "todos los periodistas, burundeses o extranjeros" de trabajar o dar información a este medio y a la estadounidense Voice of America.
La cadena británica criticó la decisión de las autoridades, que llegó tras cerca de un año de suspensión de sus emisiones, y señaló que supone "un duro golpe contra la libertad de prensa".
"Creemos que es fundamental para la gente de todo el mundo tener acceso a un periodismo imparcial, preciso e independiente, incluidos los 1,3 millones de burundeses que recurren habitualmente a BBC News", resaltó.
LA CRISIS POLÍTICA EN BURUNDI
La tensión ha aumentado en el país desde 2015, cuando el presidente, Pierre Nkurunziza, anunció su controvertida decisión de seguir al frente del país durante un tercer mandato, lo que la oposición tildó de inconstitucional.
La oposición aseguró que su reelección violaba los términos del acuerdo de paz que se firmó en 2005 tras doce años de guerra civil. Este acuerdo de paz incluía reformas en el Ejército, que fue absorbido por los rebeldes, de mayoría hutu, y que había sido dirigido por la minoría tutsi.
El Gobierno insiste en que no hay preferencias étnicas, pero sus oponentes aseguran que los distritos de Buyumbura en donde viven la mayoría de los tutsis, que también han sido un semillero de protestas contra Nkurunziza, han sido objetivos de varios ataques.