WASHINGTON, 12 Mar. (Reuters/EP) -
El ya exfiscal federal de Manhattan, Preet Bharara, rechazó el pasado jueves la llamada del presidente estadounidense, Donald Trump, antes de su destitución fulminante. La Casa Blanca ha informado de que Trump quería "agradecerle sus servicios y desearle buena suerte".
Sin embargo, una fuente oficial ha explicado que Bharara no quidso hablar con el presidente Trump sin recibir antes el beneplácito de sus superiores.
Bharara denunció el sábado que había sido destituido tras rechazar la invitación a dimitir remitida el viernes a él y a otros 45 fiscales. Bharara, nombrado durante el mandato del anterior presidente, Barack Obama, había sido ratificado por el presidente Donald Trump poco después de su elección como inquilino de la Casa Blanca, pero finalmente se le pidió la dimisión.
Bharara está al frente del Distrito Sur de Nueva York desde 2009. El distrito abarca Manhattan, donde residía Trump antes de entrar en la Casa Blanca, el Bronx, Westchester y otros condados neoyorquinos. Así, estaba al frente de destacados casos de corrupción y de terrorismo.
En Estados Unidos los fiscales son cargos políticos y la petición de dimisión es un procedimiento habitual. Sin embargo, en este caso la inclusión de Bharara en el listado fue una sorpresa.
Trump acusó el fin de semana pasado a Obama de espiarle y pinchar su teléfono en la Torre Trump antes de las elecciones, una medida que habría necesitado de la colaboración de cargos como el fiscal Bharara. Sin embargo, Trump no ha aportado prueba alguna de su afirmación y Obama la ha desmentido categóricamente.
La destitución de estos fiscales ha despertado suspicacias. "Creo que ha pasado algo raro. No decides mantener a 46 personas y de repente pides su salida inmediata sin ninguna causa conocida", ha argumentado el abogado Norm Eisner, líder de Ciudadanos por la Responsabilidad.