LIMA/SAO PAULO, 21 Jul. (Reuters/EP) -
Fiscales de Perú planean viajar en los próximos días a Brasil en busca de pruebas de presuntos sobornos en la construcción de una carretera internacional, trasladando a la escena regional el mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil.
La investigación en Perú sigue a una más amplia en Brasil que tiene en su punto de mira a varias empresas constructoras de ese país bajo sospechas de haber formado un cártel para obtener obras públicas en algunos países de Latinoamérica.
El interés regional estalló el mes pasado, cuando la Policía brasileña arrestó al presidente de Odebrecht, la empresa de construcción más grande de América Latina.
Tras ello, Ecuador abrió auditorías a los contratos de Odebrecht y el vicepresidente de Colombia advirtió de que podría prohibírsele participar en licitaciones públicas durante décadas. Estados Unidos y Panamá también han estado colaborando con las autoridades brasileñas.
El escrutinio internacional es un duro golpe para las empresas de construcción brasileñas bien conectadas, que son el rostro visible de la diplomacia regional de Brasil, y que a menudo superan a rivales chinos y europeos para conseguir la operación de megaproyectos en América Latina.
Ninguna tiene un mayor perfil regional que Odebrecht, que ha construido casi tres cuartas partes de las obras erigidas por empresas brasileñas en el exterior. Entre sus proyectos figuran un puerto en Cuba, un metro en Venezuela e incluso una estatua de 37 metros en la costa de Perú inspirada en el famoso Cristo del Corcovado de Río de Janeiro.
"QUE LEVANTEN TODA LA ALFOMBRA"
El fiscal general de Perú, Pablo Sánchez, ha dicho en una entrevista concedida a la agencia británica de noticias Reuters que está coordinando con sus homólogos brasileños el envío de un equipo de fiscales para poder interrogar a los testigos del caso de corrupción en Brasil y analizar minuciosamente los documentos reunidos por los investigadores en la sureña ciudad de Curitiba.
"El mensaje que está dando Brasil con una investigación de esa envergadura, y que nosotros vamos a replicar en caso de que se detecte los mismos supuestos en Perú, es un claro mensaje de lucha contra la corrupción en esta zona sur de América", ha apuntado.
Los fiscales peruanos investigan denuncias que surgieron en la prensa local en junio citando informes de la Policía brasileña de presuntos sobornos pagados por ejecutivos de las constructoras para inflar el costo de una carretera que une la selva amazónica de Brasil con los puertos del Pacífico en Perú.
Sánchez ha evitado citar nombres de los sospechosos en la investigación preliminar, que tiene un plazo de ocho meses. "Tengo información de que hay mucha fuente informativa para investigar allá en Brasil, eso nos permitirá a nosotros ahondar la investigación en Perú", ha resaltado.
EL CASO INVESTIGADO
La carretera internacional fue construida entre el 2005 y el 2011, durante los periodos de los expresidentes Alejando Toledo y Alan García, por las filiales en Perú de las brasileñas Odebrecht, Camargo Correa, Andrade Gutierrez y Queiroz Galvao.
Odebrecht, Andrade Gutierrez y Queiroz Galvao han negado las acusaciones de presunta corrupción en Brasil o Perú. "Estamos dispuestos a que volteen la casa de arriba abajo, que levanten toda la alfombra si es necesario porque (la empresa) está segura que ha obrado correcto", ha asegurado Fernán Altuve, portavoz Odebrecht Latinvest, brazo inversor del grupo brasileño y a cargo de las concesiones viales en Perú.
La firma brasileña ha agregado en su comunicado que las acusaciones de soborno en el proyecto de la vía peruana se concentraron en un tramo de la ruta que la empresa no construyó.
Si es acusada y condenada, la compañía podría enfrentar multas elevadas y la posibilidad de perder el acceso a contratos públicos en Estados Unidos, como los obtenidos para un estadio de baloncesto Miami y autopistas en Texas y California en los últimos 25 años.