Los familiares de los fallecidos denuncian señales de torturas
MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los fiscales han ordenado el arresto de dos policías egipcios para interrogarles en relación con la muerte de 37 partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi que murieron el pasado domingo mientras estaban bajo custodia, según informa este martes el diario estatal 'Al Ahram'.
Según el Ministerio del Interior, el informe forense revela que los hombres murieron asfixiados en el interior de un furgón policial después de que los agentes emplearan gases lacrimógenos para evitar una fuga de prisión.
De acuerdo con la versión oficial, más de 600 sospechosos detenidos tras los enfrentamientos entre partidarios de los Hermanos Musulmanes y las fuerzas del orden estaban siendo trasladados a la prisión de Abu Zabaal, en las afueras de el Cairo, cuando tomaron como rehén a un agente, lo que provocó el uso de gases lacrimógenos de sus compañeros para liberarle.
Según 'Al Ahram', también se ha citado a declarar a dos víctimas no identificadas de estos hechos que se encuentran ingresadas en un hospital recibiendo tratamiento y a otro policía.
POSIBLES TORTURAS
Entretanto, familiares de los fallecidos han denunciado que éstos fueron torturados, según informa el portal independiente 'Mada Masr'. Mostafa Azab, coordinador del Frente para la Defensa de los Detenidos del Golpe, ha indicado en rueda de prensa en el Sindicato Médico que los familiares de las víctimas han detectado pruebas de tortura en los cuerpos y ha denunciado que los responsables de la morgue se niegan a dar los certificados de defunción a menos que accedan a reconocer la asfixia como causa de la muerte.
Ali Gomaa, familiar de dos de los fallecidos y que ha acudido hoy a la morgue de Zeinhom donde están los cuerpos, ha explicado que los fiscales quieren que las familias "firmen algo que dice que nuestros familiares fallecieron de asfixia y nos negamos".
Gomaa ha ratificado que los cuerpos presentas signos de tortura y ha precisado que las familias se disponen a presentar una "queja ante el fiscal general" ante la negativa de los fiscales de cambiar los informes de las autopsias.