EL CAIRO 10 Jul. (Reuters/EP) -
La Fiscalía General egipcia ha ordenado este miércoles la detención del líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badiel, bajo la acusación de haber incitado a la violencia en El Cairo el pasado lunes, causando con ello la muerte de al menos 51 personas, según ha informado la agencia estatal de noticias MENA.
Aparte, se han emitido órdenes de captura contra otros altos dirigentes de los Hermanos Musulmanes, entre ellos el 'número dos' de Badie, Mahmoud Ezzat, y varios líderes del Partido Libertad y Justicia (PLJ), Essam el Erian y Mohamed el Beltagi.
El portavoz de los Hermanos Musulmanes, Gehad el Haddad, ha precisado que los líderes encausados no han sido detenidos todavía y ha afirmado que el objetivo los cargos de la Fiscalía es poner fin a las protestas contra el golpe de Estado militar del pasado 3 de julio.
"No son más que un intento de la Policía del Estado de desmantelar la protesta de Rabaa", ha declarado por teléfono desde la mezquita de Rabaa Adaweya, en el norte de El Cairo, donde los Hermanos Musulmanes llevan a cabo una vigilia en favor de la restitución del derrocado presidente Mohamed Mursi. Algunos de los líderes contra los que se ha emitido la orden se encuentran en estos momentos en el lugar, ha asegurado.
EXCARCELADOS
Asimismo, la Fiscalía ha ordenado la excarcelación, tras el pago de una fianza, de 446 de los 652 sospechos de la matanza de El Cairo, mientras que los 206 restantes permanecerán bajo custodia policial durante un periodo mínimo de quince días mientras se llevan a cabo las investigaciones.
Según el diario estatal egipcio 'El Ahram', un equipo de 60 investigadores de al Fiscalía --supervisados por el fiscal general del este de El Cairo, Mustafá Jater-- está investigando los hechos.
Los detenidos están acusados de homicidio involuntario y voluntario, 'matonismo', posesión ilegal de armas y municiones y ataque a la seguridad general con propósito de terrorismo. El presidente interino de Egipto, Adli Mansur, ordenó la apertura de una investigación el mismo lunes, inmediatamente después de los hechos.
Al menos 51 personas murieron, en su mayoría simpatizantes de Mohamed Mursi y de los Hermanos Musulmanes, y cientos de civiles resultaron heridos después de que las fuerzas de seguridad se enfrentaran el lunes a los manifestantes concentrados desde hacía cinco días frente a la sede de la Guardia Republicana, donde se cree que está detenido el expresidente.
Fuentes oficiales han informado de que un militar murió y otros 42 resultaron heridos en los enfrentamientos, sobre la que las dos partes se han culpado mutuamente. Amnistía Internacional (AI) ha asegurado este miércoles que las pruebas de que dispone demuestran que la matanza se debió a un "uso excesivo de la fuerza" por parte de los militares.