MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Fiscalía de la localidad turca de Estambul ha solicitado este martes tres cadenas perpetuas para cada uno de los 30 trabajadores del diario 'Zaman' sospechosos de lazos con el clérigo Fetulá Gulen, acusado de estar detrás de la intentona golpista de julio de 2016.
La Fiscalía ha pedido además otros 15 años de cárcel contra los sospechosos, acusados de intentar derrocar al Gobierno, por "pertenencia a una organización terrorista", tal y como ha recogido la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
El documento presentado por la Fiscalía sostiene que el 'Zaman', fundado en 1986, pasó a ser controlado un año después por la FETO --siglas de la Organización Terrorista Fetulenista, en la que las autoridades engloban a todos aquellos que sigan a Gulen--.
Así, ha argumentado que el grupo "empezó a usar los medios como un arma para manipular a la sociedad", resaltando que 'Zaman' --que fue cerrado en mayo de 2016 tras ser tomado por las autoridades-- "empleó a columnistas con ideas que podrían haber apoyado a la organización".
La Fiscalía ha manifestado que los columnistas "sobrepasaron los límites de la libertad de prensa y expresión" e "hicieron declaraciones que podrían destruir la paz y el orden social", "pidiendo un golpe militar", según ha informado el diario local 'Hurriyet'.
La semana pasada, la Fiscalía presentó cargos por "pertenencia a una organización terrorista armada" contra varios directivos y columnistas del diario 'Cumhuriyet', cerca de cinco meses después de abrir investigaciones contra el medio.
En ese caso, sostuvo que la FETO "secuestró" el diario en 2013, agregando que "se convirtió en defensor y protector de la FETO, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y el Partido-Frente Revolucionario de Liberación Nacional (DHKP-C), una organización marxista-leninista.
Las autoridades iniciaron en agosto de 2016 una investigación contra varios directivos por las acusaciones de que varias informaciones del diario tenían como objetivo legitimar el intento de golpe de Estado.
Tras la operación, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) habló de "día oscuro para los medios de Turquía", agregando que el Gobierno turco "intenta erradicar cualquier fuente de información alternativa, tildando a cualquiera que les desafíe de terroristas".
Miles de personas han sido detenidas desde la intentona golpista por sus presuntos vínculos con Gulen, que reside en Estados Unidos. Ankara ya ha reclamado a Washington su extradición.
Gulen siempre ha negado cualquier vinculación con el golpe de Estado y ha reclamado al Gobierno de Ankara que permita una investigación internacional sobre lo sucedido.
Gulen y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, eran aliados políticos hasta que la Policía y la Fiscalía, supuestos simpatizantes de Gulen, abrieron una investigación sobre corrupción en 2013.
Entonces, el mandatario turco acusó al clérigo de conspirar y erigir un Estado paralelo para derrocar al Gobierno con ayuda de la Policía y medios simpatizantes.