Archivo - Asentamiento de Har Homa, en Jerusalén Este (archivo) - NIR ALON / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO - Archivo
MADRID 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
El fondo soberano de Noruega, el más grande del mundo, ha anunciado la exclusión de la empresa de telecomunicaciones israelí Bezeq a causa del "inaceptable riesgo" de que "contribuya a violaciones graves de los derechos de las personas en situaciones de guerra y conflicto", en referencia a su servicio en los asentamientos en Cisjordania.
La decisión, fundamentada en una recomendación del Consejo de Ética formulada el 30 de agosto, implica la venta de todas sus acciones en Bezeq, principal empresa de telecomunicaciones de Israel, y materializa su desinversión en la misma.
El Consejo de Ética sostuvo en su petición que Bezeq "suministra servicios de telecomunicaciones a empresas e individuos en Israel y los asentamientos israelíes en Cisjordania", antes de agregar que tomaba nota de la afirmación de la empresa de que "también da servicios a áreas palestinas en Cisjordania".
"El Consejo no considera que esto compense el hecho de que la compañía, a través de su presencia física y entrega de servicios de telecomunicaciones a los asentamientos en Cisjordania, ayude a facilitar el mantenimiento y expansión de los mismos, siendo ilegales bajo el Derecho Internacional", zanjó.
El Derecho Internacional considera ilegales todos los asentamientos en los Territorios Palestinos Ocupados --Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza--, si bien el Gobierno de Israel diferencia entre aquellos a los que ha dado permiso y los que no, que son los únicos que considera contrarios a su legislación nacional.
Sin embargo, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) afirmó en julio que la política de asentamientos israelí es contraria a la Cuarta Convención de Ginebra sobre el desplazamiento forzoso de personas y que, en particular en lo referente a la explotación de los recursos naturales y la imposición de leyes nacionales, es constitutiva de un esfuerzo de anexión y contraria al Derecho Internacional.
Desde hace años hay activa una campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) que busca aumentar la presión política y económica sobre Israel para que cumpla el Derecho Internacional y avanzar hacia la creación del Estado de Palestina, acciones muy criticadas por parte de las autoridades israelíes.