BERLÍN, 20 Nov. (DPA/EP) -
La repatriación familiar para los solicitantes de asilo o la estrategia para combatir el cambio climático han sido algunos de los principales puntos de fricción entre los tres partidos que estaban llamados a integrar el nuevo Gobierno de Alemania.
Estos son los cuatro puntos que mayor controversia han generado durante el mes de negociaciones, ahora fracasadas, entre el bloque conservador liderado por la canciller Angela Merkel, integrado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su partido hermano bávaro (CSU), el partido liberal (FDP) y Los Verdes:
- MIGRACIÓN:
Este fue el punto más polémico de las negociaciones. El bloque conservador de Merkel exigía que se fijara un límite anual a la entrada al país de refugiados, después de que entre 2015 y 2016 Alemania acogiera a 1,2 millones de solicitantes de asilo.
Los Verdes insistían en que los migrantes tuvieran garantizado el derecho de repatriación familiar. Mientras, los liberales eran partidarios de regular la política migratoria a partir de una nueva ley.
- CLIMA:
Todos los partidos reconocen el compromiso asumido por Alemania a escala internacional para cumplir con el histórico Acuerdo de París de 2015. Sin embargo, no hubo acuerdo a la hora de determinar cómo el país cumplirá con la exigencia de reducir sus emisiones de dióxido de carbono hasta 2020.
Durante las conversaciones se reconoció la necesidad de disminuir la producción energética a partir del carbón. Sin embargo, faltó determinar a cuánto ascenderá esta reducción y cómo se afrontaría la reconversión de las zonas mineras afectadas por estas medidas.
- CONTAMINACIÓN:
Desde la Unión que lidera Angela Merkel se oponían a establecer una fecha límite para poner fin a la circulación de vehículos con motores de combustión, altamente contaminantes. Esta postura chocaba con la pretensión de Los Verdes, partidarios de una mayor regulación en este ámbito y de impulsar vetos a la circulación en ciudad de automóviles que emitan una alta carga de partículas contaminantes.
- EUROPA:
El partido hermano bávaro de la CDU de Merkel, la Unión Cristiano Social (CSU), insistía en cancelar las negociaciones de adhesión a la Unión Europea (UE) con Turquía, país con el que Alemania tiene actualmente serias diferencias políticas. Los Verdes no compartían esta opinión y preferían, por el momento, dejar el proceso "congelado".
Tampoco había acuerdo en materia de rescates financieros en la UE. Los partidos tenían diferentes puntos de vista a la hora de poner en marcha mecanismos que sirvieran para aliviar la situación de otros miembros del bloque que atravesasen graves problemas económicos.