TRÍPOLI 19 Sep. (Reuters/EP) -
Francia ha alertado este lunes sobre el riesgo económico que corre Libia por el cierre de varios puertos petroleros en el norte del país, que fueron tomados entre el 11 y el 12 de septiembre por las fuerzas leales al general Jalifa Haftar y ha urgido al Gobierno de Unidad Nacional a ser más integrador para evitar un colapso económico.
El pasado fin de semana las fuerzas leales a Haftar tomaron el control de los puertos petroleros de Sidra y Ras Lanuf. "La situación en Libia es muy preocupante y ha empeorado aún más", ha declarado el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean Marc Ayrault. "La ofensiva de Haftar no va en la buena dirección. Existe un riesgo muy grande de ir hacia atrás", ha añadido.
Ayrault ha señalado que es crucial para el futuro del país que sea la Corporación Nacional del Petróleo de Libia (NOC, por sus siglas en inglés) la que controle la producción petrolera del país. La NOC está patrocinada por el Gobierno de Unidad Nacional, liderado por Fayez Seraj, que cuenta con el apoyo y la supervisión de Naciones Unidas.
La semana pasada, la NOC anunció que iba a comenzar a exportar petróleo desde los puertos de Sidra, Ras Lanuf y Zueitina, con la esperanza de que de esta forma se reavive la producción de petróleo en el país a pesar del conflicto armado.
Las fuerzas leales a la Guardia de Instalaciones Petroleras (PFG), que antes de la ofensiva de Haftar estaban al mando de Sidra y Ras Lanuf, trataron de recuperar el control de los puertos el pasado domingo, pero las fuerzas de Haftar repelieron el ataque.
El presidente del NOC, Mustafá Sanalla, ha hecho un llamamiento este lunes para una "nueva fase de cooperación entre todas las facciones beligerantes" y ha pedido que dejen de utilizar el bloqueo económico como una estrategia política.
La economía de Libia es muy dependiente de su producción petrolera y necesita con urgencia reanudar la extracción de crudo para evitar un colapso económico. De acuerdo con las autoridades, los últimos enfrenamientos por el control de los puertos petroleros han producido pérdidas de más de 24.000 millones de euros.