Un hombre pasa ante los escombros de un edificio bombardeado en Beirut, capital de Líbano - Stringer/dpa
MADRID 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Francia ha convocado para el próximo 24 de octubre una "conferencia internacional de apoyo a la población y a la soberanía de Líbano" con el objetivo de responder a las necesidades humanitarias "urgentes" y avanzar en la consolidación de las autoridades políticas, en plena escalada de tensiones por los ataques constantes entre el grupo chií Hezbolá y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
El presidenta galo, Emmanuel Macron, ya había adelantado la semana pasada que París acogería este evento y el Ministerio de Exteriores le ha puesto fecha. Será a nivel ministerial y entre los invitados figuran países aliados de Líbano y organizaciones internacionales de la sociedad civil.
Francia aspira a "movilizar a la comunidad internacional para responder a las necesidades de protección y ayuda de emergencia de la población civil e identificar vías de apoyo a las instituciones de Líbano", en particular a las Fuerzas Armadas, a las que considera "garantes de la estabilidad interna".
El Ministerio considera además que es necesario completar la renovación de las actuales instituciones libanesas, con la elección de un nuevo presidente de Líbano como "primera etapa". Este proceso viene marcado por la diferenciación entre grupos, ya que cada uno de los principales cargos está reservado a una comunidad religiosa concreta.
En su nota, el Gobierno francés reconoce que Líbano atraviesa una "grave y profunda" crisis política y humanitaria, pero no alude en concreto al actual escenario de ataques constantes, marcado en las últimas semanas por un aumento de los bombardeos israelíes y una invasión militar en la zona sur.
Sí ve "urgente" que haya "un cese de hostilidades y una solución diplomática" al conflicto, tomando como referencia las resoluciones dictadas por el Consejo de Seguridad de la ONU. En este sentido, ha abogado por la vuelta de los desplazados tanto en Líbano como en la zona norte de Israel, principal objetivo de los ataques de Hezbolá.