PARIS, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Parlamento francés ratificó anoche el nuevo tratado europeo de Lisboa casi tres años después del rechazo francés en referéndum de la malograda Constitución europea, un hecho que junto al 'no' holandés hundió a la Unión Europea en una profunda crisis institucional. Tras el voto celebrado en la Asamblea Nacional autorizando el texto, fue el Senado quien dio la luz verde definitiva.
El Tratado deberá ahora ser firmado por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, o por su primer ministro, François Fillon, que se felicitó de la aprobación de un Tratado que tiene, dijo, "plenamente en cuenta los temores y las expectativas expresadas en 2005 por el pueblo francés".
Para el Gobierno galo este nuevo tratado da a la Unión Europea los medios para llevar adelante sus ambiciones: un proceso de decisión que evita el bloqueo y es más democrático, una Carta de derechos fundamentales jurídicamente vinculante, un presidente estable del Consejo, un Alto representante de Asuntos Exteriores y Seguridad, un marco ambicioso para la política europea de defensa y más competencias en futuras poíticas como la energía o el espacio.
"La ratificación del tratado de Lisboa por Francia constata el regreso de nuestro país al corazón de Europa meses antes del inicio de la presidencia francesa del Consejo de la UE", subraya la oficina del primer ministro en un comunicado.
El resultado de la votación en el Senado fue de 265 votos a favor, 42 en contra y 13 abstenciones. La víspera, los diputados dieron al texto su respaldo por 336 votos a favor y 52 en contra.
El proceso de ratificación comenzó el pasado lunes 4 de enero en el Congreso de Versalles con la autorización del proyecto de ley que autoriza la revisión de la Constitución francesa para adaptarla a las exigencias del Tratado europeo y tras un polémico debate en el seno del socialismo francés que se saldó con el apoyo del Partido Socialista a la modificación legislativa.
Luego fue el Consejo de Ministros francés quien dio el siguiente paso en un proceso que convierte a Francia en el quinto país en ratificar el texto tras Hungría, Eslovenia, Malta y Rumanía.
París cree que haber solucionado la cuestión institucional, entre otras cosas gracias a la iniciativa del propio Sarkozy de elaborar un tratado simplificado, propuesta que el hoy jefe del Estado planteó a la canciller alemana Angela Merkel para salir del atasco institucional que vivía la UE, permite ahora a los europeos "centrarse en las cuestiones políticas y en el futuro de la UE".
El 29 de mayo de 2005, el 55% de los franceses rechazaron en referéndum el Tradado constitucional europeo que debía sentar las bases para el funcionamiento de las instituciones europeas de un club ampliado a 27 miembros. Al 'no' francés se unió el 1 de junio la negativa de Países Bajos, que también sometió el texto al visto bueno de las urnas y cosechó un rotundo 61% de votos en contra.
La iniciativa del hoy presidente francés, Nicolas Sarkozy, de elaborar un tratado simplificado abrió la vía para que la presidencia alemana de la Unión, en el primer semestre de 2007, pusiera las bases del texto ratificado por los 27 en Lisboa el pasado 13 de diciembre de 2007.