PARÍS 23 May. (del corresponsal de EUROPA PRESS, Salvador Martínez) -
El primer ministro francés, François Fillon, explicó hoy el plan de acción de su Gobierno en su primera entrevista de fondo concedida a la radio gala 'Europe 1', afirmando que que Francia "necesita un electrochoque".
En este sentido, dijo que su Gobierno quiere "ir rápido para causar un choque", haciendo alusión a un conjunto de medidas cuyo objetivo es hacer ganar a Francia un punto porcentual de crecimiento económico.
El Gobierno quiere aplicar a Francia el "electrochoque" que necesita el país, según Fillon, a través de una serie de medidas "destinadas a originar" el "crecimiento económico que nos falta desde hace tiempo".
Para generar más crecimiento del PIB en Francia, aseguró que "durante el mes de julio", el Gobierno propondrá al Parlamento proyectos de ley sobre la exoneración de impuestos de las horas extra, que, al mismo tiempo tendrán que pagarse un 25 por ciento más caras; la deducción de los intereses en los préstamos inmobiliarios; la supresión de los derechos de sucesión; la reducción del 60 al 50 por ciento del pago de impuestos respecto del salario y establecer la posibilidad para las personas que pagan el Impuesto de Solidaridad sobre las Fortunas de reinvertir parte de esa contribución en la pequeña o mediana empresa en caso de que dirijan una.
"Las previsiones indican que el crecimiento" de la economía francesa oscila entre el 2,25 por ciento y el 2,50 del PIB, una cifra "que no está bien si la comparamos con la media de los grandes países europeos", aseguró Fillon, quien explicitó que "nuestro objetivo es buscar un punto porcentual más de crecimiento económico".
El conjunto de medidas desglosado esta mañana del proyecto político del presidente francés, Nicolas Sarkozy, irán acompañadas, según Fillon, de otro conjunto de propuestas destinadas a "moralizar el capitalismo", según los términos del jefe de Gobierno, quien hizo hincapié en la necesidad de "poner fin a la práctica detestable de los paracaídas dorados" y establecer un marco de reglas "más ético para la utilización de las 'stock options'".
Esta moralización "se hará con cuidado", dijo Fillon, para "no poner en marcha reglas que desencadenen 'deslocalizaciones'" de sedes sociales.
Fillon también explicó que el Ejecutivo dará a los sindicatos hasta principios del mes de septiembre para regular los servicios mínimos. "El 80 por ciento de los franceses está de acuerdo sobre esta reforma, no vamos a reflexionar 9 meses", indicó, en referencia a los dos meses con los que contarán los sindicatos para hacer sus propuestas en la materia. Es más, dijo, en los próximos días, "vamos a plantear la estructura del texto sobre los servicios mínimos" a los sindicatos.
La 'hoja de ruta' del Gobierno que describió esta mañana el primer ministro no sólo se limita a cuestiones de orden económico, pues según señaló, la ministra de Justicia y la ministra del Interior, respectivamente, Rachida Dati y Michelle Alliot-Marie, trabajan para presentar junto con esas medidas económicas dos proyectos de ley para luchar contra la delincuencia, uno que endurezca las penas contra los reincidentes y otro sobre la reducción de la edad penal a los 16 años.
REFORMA DE LA UNIVERSIDAD
Sin embargo, de las reformas anunciadas por Fillon, "puede que la más importante sea la de la Universidad", en alusión a la "reforma del sistema de enseñanza" superior en la que trabaja desde principios de esta semana la ministra de Educación Superior e Investigación, Valerie Pecresse.
El objetivo de esa reforma es "dar más autonomía a nuestras universidades" y "permitirles estar de nuevo en la excelencia", según los términos del primer ministro, quien aclaró a quienes "se oponen a esta reforma" que ésta "no consiste en instaurar una selección en el momento de entrar en la universidad" y tampoco "en aumentar los derechos de inscripción".
Al margen de estas medidas legislativas, Fillon subrayó la puesta en marcha "desde este verano" del denominado 'Plan Marshall', consistente en una serie de "medidas gubernamentales" dirigidas a poner fin a la "urgencia" en materia de empleo de los jóvenes residentes en los barrios difíciles de las grandes urbes de Francia, donde el nivel de desempleo de este sector de la sociedad llega a alcanzar el 50 por ciento.
En esas medidas ya trabajan Xavier Bertrand, ministro de Trabajo, de las Relaciones Sociales y de la Solidaridad y Crhistine Boutin, ministra de la Vivienda y de la Ciudad.