MADRID 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores de Marruecos, Naser Burita, realizó el martes una visita oficial a Francia, en una nueva escenificación del deshielo diplomático entre dos países que, según el jefe de la diplomacia gala, Stéphane Séjourné, comparten una "relación única".
Séjourné ya visitó Rabat a finales de febrero, después de asumir en primera persona la iniciativa de relanzar las relaciones bilaterales entre dos tradicionales socios que se habían alejado en estos últimos años por razones de tipo político.
Esta "dinámica" ha proseguido con una reunión de trabajo en París, como ha enfatizado en redes sociales el ministro francés. También el Gobierno de Marruecos ha dado cuenta del encuentro, con un escueto mensaje y la imagen de un simbólico apretón de manos entre los dos ministros.
Entre los objetivos del reino alauí está algún tipo de gesto por parte de Francia en relación al Sáhara Occidental. En su reciente viaje, Séjourné subrayó el "claro y constante" apoyo de París al plan de autonomía presentado en 2007 por el rey Mohamed VI, sin especificar que sea la mejor alternativa para resolver la disputa territorial.
El ministro francés, en una entrevista esta misma semana a France 24, descartó realizar cualquier anuncio y sugirió que cualquier decisión de este calibre dependería de los jefes de Estado. No obstante, sí asumió de palabra que Marruecos "desarrolla económicamente" la antigua colonia española, en un momento marcado precisamente por las decisiones pendientes del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre acuerdos que afectan al Sáhara Occidental.
Para los medios afines al Gobierno de Marruecos, las declaraciones de Séjourné implican reconocer la "marroquinidad económica" del Sáhara Occidental, como resume el portal 'le360', considerado cercano a la Casa Real.