MADRID 6 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Francia ha afirmado que el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur "no está firmado ni ratificado" y ha advertido de que el anuncio realizado este viernes en Montevideo por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, no es el "final de la historia" porque no tiene "ningún efecto jurídico".
En este sentido, fuentes del Elíseo han recordado que la Comisión deberá ahora presentar el resultado de las negociaciones a los Estados miembro de la UE, que deben examinar "a fondo" el texto antes de decidir si lo aprueban o lo rechazan. París tiene claro que el documento es "inaceptable" tal como esta.
Francia promete, por tanto, seguir "defendiendo sin descanso su agricultura y su soberanía alimentaria", unas "exigencias" que dice compartir con Polonia, Italia, Países Bajos, Austria y Bélgica, si bien no todos estos gobiernos han expresado de forma clara el mismo rechazo frontal planteado desde París.
El Elíseo ha insistido en que no puede aceptar que su sector primario sufra "competencia desleal" por parte de productores externos ni que puedan estar en riesgo los compromisos en materia climática. Asimismo, cree que "las normas sanitarias y los controles deben ser respetados y reforzados".
El sector agrícola francés se ha mostrado especialmente combativo contra el acuerdo y, tras las noticias llegadas desde Montevideo, la Federación Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agrícolas (FNSA) y los Jóvenes Agricultores han dejado claro en un comunicado conjunto que "la batalla continúa" tras la "provocación" de Von der Leyen.
"No nos han vencido. Seguiremos luchando por todos los medios a nivel europeo para que este acuerdo no se ratifique", han prometido, al considerar "inaceptable" que se "sacrifique" el sector local en aras de productos importados. Consideran que es "una cuestión de justicia para los agricultores y de respeto a las consumidores europeos".
El malestar de Francia contrasta con la celebración por parte de otros socios de la UE como España y Alemania. El canciller alemán, Olaf Scholz, ha aplaudido en redes sociales que se haya levantado "un importante obstáculo" dentro de este proceso y ha destacado que el acuerdo "creará un mercado libre para más de 700 millones de personas".