PARÍS, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Francia, François Hollande, ha ordenado suspender la cooperación con Burkina Faso hasta que el país africano retome la transición democrática, frustrada por el golpe de Estado perpetrado la semana pasada contra el Gobierno interino.
"La cooperación civil, financiera y militar de Francia con Burkina Faso ha sido suspendida hasta la reanudación efectiva de la transición con una autoridad civil", ha informado el Palacio del Elíseo en un comunicado.
Hollande ha hecho este anuncio tras hablar por teléfono con Macky Sall, presidente de Senegal y de la CEDEAO, para abordar la crisis política en Burkina Faso, en la que la organización regional ejerce de mediadora.
El dirigente galo ha expresado el "pleno apoyo" de Francia a la mediación de la CEDEAO para conseguir un acuerdo que restaure el 'statu quo' y que permita la celebración de "elecciones transparentes" el próximo 11 de octubre, tal y como estaba previsto.
En caso contrario, ha advertido de que --al margen de la suspensión de la cooperación-- "Francia se reserva la posibilidad de aplicar sanciones contra quienes se opongan a la celebración de elecciones y movilizará a sus socios europeos en el mismo sentido".
Así las cosas, ha urgido "a las fuerzas implicadas en el golpe a deponer inmediatamente las armas y entregar el poder a las autoridades legítimas", alertando de que, si no lo hacen, "tendrán que asumir las consecuencias".
Hollande también ha aprovechado para expresar su "solidaridad" con las familias y los seres queridos de "las víctimas de la inaceptable violencia ocurrida en los últimos días" en la capital burkinesa, Uagadugu.
GOLPE DE ESTADO
Miembros de la guardia presidencial liderados por el general Gilbert Diendéré irrumpieron el miércoles en una reunión de Gobierno y tomaron como "rehenes" al presidente, Michel Kafando, al primer ministro, Yacouba Isaac Zida, y al resto del Gabinete.
Diendéré se hizo con el poder con el argumento de que había que evitar la "desestabilización" del país en un momento en el que se vivía una "grave situación de inseguridad" de cara a las elecciones generales del próximo 11 de octubre.
En un primer paso, la guardia presidencial accedió a liberar a Kafando y al Gobierno y la mediación de la Unión Africana y de la CEDEAO para restaurar el Gobierno interino de Burkina Faso lo antes posible.
Finalmente este lunes Diendéré ha anunciado su disposición a "entregar el poder a las autoridades civiles de transición tras un acuerdo definitivo de salida de la crisis bajo la égida de la CEDEAO" y "ante la gravedad de la situación de seguridad caracterizada por el riesgo de enfrentamiento que puede conllevar la guerra civil".
LA SOMBRA DE COMPAORÉ
La guardia presidencial es leal a Blaisé Compaoré, que abandonó el cargo el año pasado tras las multitudinarias protestas por sus planes de reformar la Constitución para prolongar su mandato. Kafando había asumido la Presidencia interina hasta el 11 de octubre.
El golpe de Estado tuvo lugar días después de que una comisión encargada de presentar propuestas de reformas al Gobierno interino plantease desmantelar la guardia presidencial al considerar que es "un ejército dentro del Ejército".