La mujer fue liberada en octubre de 2020 por la rama de Al Qaeda tras cerca de cuatro años secuestrada
MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Francia ha tildado este miércoles de "irresponsable" la decisión de la ciudadana franco-suiza Sophie Petronin, liberada hace un año tras cuatro de cautiverio en manos de la rama de Al Qaeda en Malí, de regresar al país africano, donde las autoridades han lanzado una operación para intentar localizarla.
"Es una forma de irresponsabilidad hacia su seguridad y la de nuestros militares", ha dicho el portavoz del Ejecutivo francés, Gabriel Attal, durante una rueda de prensa en la que ha declinado pronunciarse sobre si Petronin entró al país africano de forma ilegal después de que se le negara un visado.
"Recuerdo que cuando hay nacionales que son secuestrados en el extranjero son los militares los que van a su socorro, con peligro para su vida", ha manifestado. "Hay soldados que han muerto en operaciones para socorrer a rehenes que fueron secuestrados en el extranjero", ha zanjado.
Petronin, liberada el 8 de octubre de 2020 tras cuatro años de cautiverio a manos del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), habría vuelto a entrar en Malí en marzo de 2021, sin que desde entonces se hubieran publicado informaciones sobre su paradero.
Según fuentes de la familia de la mujer citadas por la emisora Radio France Internationale, la mujer estuvo acompañada por su hijo Sébastien y cruzó la frontera con Malí por carretera desde Senegal, sin ocultar su identidad. Asimismo, han resaltado que Petronin no era feliz en Suiza y quería volver a Malí, donde vivió 20 años, para reunirse con su hija adoptiva.
Durante este periodo las autoridades malienses no se pronunciaron sobre su entrada al país, que ha salido recientemente a la luz, si bien el viernes emitieron una orden a la Gendarmería para detener a la mujer y "trasladarla bajo escolta" a la sede de la Gendarmería Nacional en Bamako.
Así, manifestó en un comunicado que la mujer podría estar en los alrededores de la ciudad de Sikasso, situada unos 350 kilómetros al sur de la capital. Por el momento se desconocen las causas por las que las autoridades malienses han emitido la orden de búsqueda cerca de siete meses después de que entrara al país.
Las fuentes familiares citadas por RFI han resaltado que Petronin no ha estado en Sikasso ni se ha alejado de Bamako, al tiempo que han agregado que no tiene intención de volver a Gao, la ciudad donde fue secuestrada en 2016, sin dar más detalles sobre su paradero.
Petronin, de 76 años de edad, fue liberada en octubre del año pasado junto a los rehenes italianos Niccola Chiacchio y Pierluigi Maccalli, así como el líder opositor maliense Soumaila Cissé, fallecido poco después a causa del coronavirus.
El JNIM publicó tras ello un comunicado en el que afirmó que liberó a Petronin y a Cissé a cambio de "más de 200 musulmanes", sin mencionar en el documento -*-que sirvió como confirmación de que Cissé se encontraba en sus manos, tras meses sin reclamación de la autoría del secuestro-- a los dos ciudadanos italianos.
Malí ha sido escenario en los últimos años de un incremento de las acciones de los grupos yihadistas entre ellos la filial de Al Qaeda y la de Estado Islámico, bajo el estandarte de Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS).
La creciente actividad de estos grupos ha venido acompañada de un incremento de las tensiones de carácter étnico, lo que ha motivado numerosos incidentes de violencia intercomunitaria, a los que se suman además los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad malienses, denunciados de forma reiterada por las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.