MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
Fuentes próximas al Gobierno sirio han acusado del atentado perpetrado ayer en las inmediaciones de Alepo a grupos rebeldes que combaten contra las autoridades de Damasco, uno de los cuales sin embargo ha negado toda responsabilidad en la masacre, que califica como un acto "al servicio de los intereses del régimen" sirio y que ha prometido investigar.
Según fuentes sirias a la televisión libanesa Al Mayadeen, el atentado fue perpetrado por un terrorista suicida al volante de "un vehículo con tracción a las cuatro ruedas" que comenzó a atraer a los miles de evacuados chiíes de Al Fua y Kefraya con alimentos infantiles en el maletero del vehículo, "cargado con una tonelada de explosivos".
Estas mismas fuentes apuntan que entre los fallecidos hay al menos 49 niños y que la ejecución del atentado invita a pensar en la participación de un grupo rebelde por varios motivos. "La zona de Rashidin, donde ha sucedido el ataque, está ocupada por la oposición siria que financian las potencias occidentales y las monarquías árabes", según estas fuentes.
Además, "la decisión y la ejecución de semejante ataque ponen de relieve la actuación de una parte influyente, más que un acto individual", de nuevo según las fuentes sirias de la cadena.
UN GRUPO REBELDE NIEGA TODA RESPONSABILIDAD
Por contra, el grupo rebelde Ahrar al Sham, uno de los principales negociadores del acuerdo de evacuación con las autoridades sirias, ha negado toda responsabilidad en el "cobarde ataque" que "sirve a las políticas sectarias del régimen sirio".
"Este ataque va contra los principios del Islam y sirve a las políticas sectarias de un régimen que, como beneficiado de este ataque, intenta encubrir las masacres de Ghouta y Jan Shaijún", según un comunicado colgado por el grupo en su cuenta de Twitter, donde hace referencia a dos ataques químicos de los que se responsabiliza a las autoridades sirias.
"Anunciamos el comienzo de una investigación para descubrir qué ha sucedido y quién ha estado involucrado y estamos listos para colaborar con cualquier parte internacional independiente", han aseverado los rebeldes, quienes además aseguran que una treintena de sus propios camaradas han perdido la vida en este ataque.